Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

Manfred Wilhelmy / COMPETENCIA INTERNACIO:'AL DE LAS GRANOE.~ POTE:'CIAS Del análisis precedente puede concluirse que los aspectos intra– regionales de la política internacional en América Latina tienden gra– dualmente a adquirir mayor importancia, sin que por esto cese la compe– tencia global entre las superpotencias. Esto ocurre como consecuencia de la tendencia hacia la multipolaridad en el sistema internacional. De continuar esta tendencia, debería cumplirse el pronóstico del profesor Roett en cuanto a que "Estados Unidos enfrentará una disminución de su rol en la política de poder de América Latina en las próximas déca– das 33 .. Pero la nueva posición norteamericana de "hegemonía disminuida" no implica una ventaja para la URSS porque ía estructura de las relaciones políticas no es ya la de un simple ')uego de suma cero" La URSS enfrenta, tanto como Estados Unidos, una nueva realidad regio– nal, que le resulta más difícil de manipular para sus fines estratégicos globales. En resumen, América Latina ha constituido un escenario secundario de la competencia estratégica. Estados Unidos ha defendido el status quo hemisférico logrando resguardar sus intereses, con excepción del caso cubano, en que se produjo un realineamiento en el contexto de la guerra fría. La URSS, fuera del caso mencionado, no ha modificado signi– ficativamente las relaciones de poder en la región. En el contexto de la distensión, los beneficiarios de esta situación son los propios estados latinoamericanos. B. Competencia &onómica No se ha dado entre las superpotencias una competencia económica sig– nificativa en la región. Esto resulta fácil de explicar por varias razones: la participación de la URSS en el comercio internacional fuera del COMECON es bastante baja y, en el caso de América Latina, carece de verdadera gravitación comparada con el comercio de los principales países indus– triales y el propio comercio intrarregional. Segundo, la naturaleza misma del sistema soviético excluye prácticamente la posibilidad de inversiones extranjeras, por lo que la participación soviética en proyectos de inver– sión solamente puede darse por la vía del financiamiento, sobre todo en el sector público. Por último, los préstamos soviéticos para cualquier fin, si. bien pueden proporcionar a determinados gobiernos la oportunidad ron tropas de desembarro visitó Angola. Ocho años más tarde, sin embargo, Brasil se inclinó por el vencedor en la guerra civil de Angola, reconociendo prestamente al gobierno revolu– cionario del MPLA, apoyado por Cuba y la URSS. El Ministro de Relaciones Exteriores de Bra– sil, Antonio Azeredo. da Silveira, en declaraciones formuladas en la 12< Reunión de Cancille– res de Países de la Cuenca del Plata, ha descartado la participación de su país en un esquema tipo nOTAS" (Cable Agencia EFE,5 de diciembre de 1978). 33 Riordan Roett, "loe Changing Nature of Latin American International Relations: GeopolíticaI Realities", en The Ameticas in a Changing World. p. 108.

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