Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

LAS RElAC!Or\ES ENTRE AMÉRICA LATINA, ESTADOS UNIDOS y EUROPA OCCIDENTAL El problema nuclear constituye otra área de preocupación. En lo que concierne a la competencia estratégica entre las superpotencias, la no participación de éstas en el Protocolo 1 del Tratado de Tlatelolco mantiene jurídicamente abierta la posibilidad de introducción de armas nuclea– res norteamericanas en los territorios controlados por Estados Unidos en la región 31 • Si bien en su segundo informe la Comisión Linowitz recomendó el abandono de las objeciones norteamericanas al Protoco– lo 1y su firma y ratificación, estos hechos no se han producido. En cambio, Estados Unidos ha firmado el Protocolo 11, en virtud del cual las potencias nucleares se obligan a respetar el status no-n~clear de los estados latinoamericanos, a no emplear o amenazar con el uso de armas nuCleares a los estados latinoamericanos participantes en el Tra– tado, y a no cooperar en ninguna forma con eventuales maniobras viola– todas del mismo. La URSS, por su parte, no ha firmado ninguno de los ins– trumentos referidos y por tanto permanece ajena a estos compromiso~ limitativos de la competencia extratégica. La elaboración de un nuevo Derecho del Mar en las sucesivas reuniones de naciones y el surgimiento de nuevas pretensiones de los estados marí– timos tienen también alguna incidencia en la competencia estratégica, pero encuentran a las superpotencias en posiciones similares. Así, por ejemplo, Estados Unidos y la URSS, como potencias navales de alcance global, comparten un interés común en mantener la libertad de tránsito por los estrechos internacionales, que les es vital para el desplazamiento de sus Ootas. En este campo, las superpotencias prefieren mantener sú competencia en el plano bilateral, evitando en lo posible las presiones colectivas. . El considerable surgimiento del poder naval soviético ha llevado a diversos voceros' de estados de la costa atlántica de América del Sur a levantar la idea. de una "OTAS", pacto que sería en cierto modo paralelo a la OTAN y que regiría en la zona del Atlántico Sur. Es muy poco probable, sin embargo, que Estados Unidos llegue a asociarse con una iniciativ'a de este tipo, que vincularía aspectos de política mundial con problemas latinoamericanos y africanos. La tendencia en Washington en los últimos años ha sido incompatible con el planteamiento. de una hipotética OTAS, por cuanto se piensa mayoritariamente que la región no enfrenta una amenaza que justifique volver a los esquemas de la guerra fría 32 • 31 El Protocolo I se refiere a las potencias que tienen territorios en América Latina y bajo sus términos éstas quedan obligadas a mantener "desnuclearizados" dichos terri. torios. • 2 Herbert Goldhamer, The Foreígn Powers ín Latín America, Princcton, Princeton University Press, 1972, p. 28, expresa que la Unión Sudafricana sería la promotora de esta idéa. Los estados latinoamericanos, sin embargo, dificilmente aceptarán una alianza de dudoso valor para sus intereses. Goldhamer menciona el hecho que aún en 1967 Brasil expre– saba 'Su solidaridad a Portugal en el conflicto de Angola. Ese año, una ruerza naval brasileña 102

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