Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

Manfred Wílhelmy I COMPETENCIA INTERNACIONAL DE LAS CRANDES POTENCIAS permitir el establecimiento de otro gobierno comunista en el Hemisferio Occidental,,20. Si bien "la revolución en cualquier país es un asunto que debe ser encarado por ese país", frente al objetivo del "estable– cimiento de una dictadura comunista" se requería una "acción hemis– férica" inmediata, por cuanto la existencia de un régimen comunista era incompatible con los principios del sistema interamerican0 21 . Se trataba aquí de un conflicto "exportado" por un estado de la re– gión a los foros internacionales, pero que la potencia dominante, movido su gobierno por una defmición distorsionada de la situación, no estaba dispuesta a dejar de controlar directamente. En efecto, la "multilatera– lización" posterior de la intervención, producida por acuerdo (fe la OEA, no fue más que una modificación nominal y formal de la situación política y militar, que siguió en manos del gobierno de Estados Uní– do~2. La URSS, por su parte, llevó el asunto al Consejo de Seguridad de Nacio– nes Unidas, pero el Consejo, tras dieciséis reuniones en el mes de mayo, no condenó las acciones de Estados Unidos, que logró, en otras palabras, limitar la "exportación" del conflicto dominicano más allá del sistema regional, previniendo así una hipotética ,pérdida de control del mismo. Por esta razón tiene alguna validez la frecuente analogía entre esta in– tervención y las de la URSS en su propia esfera de influencia, ya que se trata, como señala el profesor Richard A. Falk, de acciones en "zonas secunda– rias de segúridad", integradas por "países que están tradicionalmente sujetos a la influencia de una u otra superpotencia y cuyos intereses de seguridad dependen en último término de la protección de una u otra superpotencia 2l " . Esta definición geopolítica corresponde a la etapa de declinación de la guerra fría y se caracteriza por la voluntad implícita, compartida por las superpotencias, de continuar su competencia global, cuidando al mismo tiempo de limitar los efectos de los conflictos en que les corresponde actuar, de modo de impedir la "desestabilización" involuntaria del equilibrio estratégico global. Dentro de esta perspectiva se inscribe también el proceso de distensión, 20 Del discurso del Presidente Lyndon B. johnson del 2 de mayo de 1965, reproducido en Walter LaFeber, ed., America in the Cold War. Nueva York,john Wiley and Sons, 1969, p.163. 21 johnson, en LaFeber,op.cit., p.I64. 22 Véase Gordon Connell-Smith. "The OAS and the Dominican Crisis", en joseph S. Nye. ed., Intemational Regionalism, Boston, Little, Brown and Co., 1968, pp. 97-105, Y Linda B. MilIer, "Regional Organization and me Regulation of Internal Conflict" en Richard Falk y Wolfram Hanrieder, eds., Intematwnal Law and Organízation. Filadelfia, j. B. Lippincott Co., 1968, pp. 258-276, Y especialmente pp. 266-270. :llI Richard A. Falk, "The Legal Status of tbe United States Involvement in the Víet Nam War: A Continuing Inquiry" en Falk, Legal Order in A Violent World. Princeton Princeton University Press, 1968, p. 312, Falk agrega, sin embargo, que en la intervención en cuestión Estados Unidos habría excedido los limites de lo "permitido" a la potencia hegemónica. Lamentablemente, el autor no fundamenta en detalle esta aseveración. 99

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