Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

Manfred Wilhelmy I COMPETENCIA INTERNACIONAL DE LAS GRANDES POTE:-iCIAS miso será con un sistema que nos da la capacidad de usar nuestras fuerzas de manera controlada y deliberada 13 ". La adopción de esta posición estratégica requirió la búsqueda de una clara superioridad global en el nivel estratégico-nuclear, así como la creación de una capacidad nuclear táctica, el refuerzo de los medios convencionales, y la creación de fuerzas antisubversivas H . Posteriormente, el planteamiento estratégico central comenzó a enfatizar las nociones de equilibrio de fuerzas globales, cimentándose la disuasión sobre la base de la "destrucción mutua ase– gurada" de los oponentes. No es posible entrar en el marco de este ensayo en los complejos proble– mas originados en las diversas posiciones estratégicas, que en los párrafos anteriores solamente han sido esbozadas para identificar el marco dentro del cual se ha insertado América Latina en el panorama estratégico glo– bal. Las características de la competencia estratégica en relación con América Latina son dos: 1) la competencia se ha mantenido latente la mayor parte del tiem– po, irrumpiendo en forma abierta y afectando la estabilidad del sistema mup.dial, solamente en circunstancias excepcionales; 2) los estados latinoamericanos han sido actores subordinados a Estados Unidos, con excepción de Cuba, y sólo recientemente han exhibido una cierta capacidad de decisión propia en materias de seguridad, sobre todo en el plano de las relaciones intralatinoamericanas.. La primera característica se manifiesta en dos modalidades: a través del efecto en la región de los conflictos extrarregionales, y a través de las (:onexiones que se establecen con actores externos a partir de situaciones originalmente limitadas a uno o más estados dentro de la región. La primera modalidad representa una "importación" y la segunda una "exportación" de conflictos; la segunda guerra mundial y la guerra fría constituyen situaciones del primer tipo, y la Revolución Cubana corresponde a la segunda modalidad. Sin perjuicio de estas distinciones, durante el período de postguerra la estructura de los intereses estratégicos ha sido tal que en ambas dimen– siones los conflictos han sido menores en número e intensidad que en los focos geográficos críticos de Europa, el Mediterráneo oriental, el Medio Oriente y Asia oriental y sudoriental. Durante la segunda guerra, sola– mente Brasil llegó a constituir un aliado de cierta importancia para las potencias occidentales, que dieron al gobierno de Getulio Vargas la oportunidad de énviar a Europa una· fuerza expedicionaria. Estados 13 Citado en James A. Nathan yJames K. Oliver, United States Foreign Policyand World Order. Boston, Little, Brown and Cil., 1976, p. 305. ,. Estas exigencias de fuerzas a todo nivel constituyen el origen de muchas críticas a la noción de respuesta flexible, que seria "belicista" o por lo menos marcadamente "arma– mentista" . 95.

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