La revolución norteamericana, auge y perspectivas
LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA, AUGE. Y PERSPECTIVA~ ricano, el inteligente e ingenioso Nathaniel Greene apareció en la escena. Greene decidió que él no debía precipitarse en combate con las superiores fuerzas británicas. En vez de esto, con la cooperación de los líderes de guerrillas, él conduciría esencialmente operaciones de guerrilla para hostilizar las líneas de abastecimiento de Cornwallis, y desgastar las fuerzas del Ejército Británico. La estrategia de Greene fue usar vastos espacios del Sur para asfixiar a los invasores británicos. Al final, despreciando convencionalismos militares, Greene dividió su pequeño ejército en dos fracciones, de modo que así pudo hosti– lizar, simultáneamente, los flancos este y oeste del avance británico. El plan de Greene resultó particularmente efectivo en atención al carácter del General que tenía como opositor. Cornwallís fue extrema– damente agresivo y estuvo dispuesto a desprenderse de los depósitos de abastecimiento en la costa para emprender la guerra hacia el interior. Por eso, en los comienzos de 1781, Cornwallis decidió arriesgarlo todo en una invasión de Carolina del Norte. Con este fin, él agotó su base de Charleston y adelantó casi todos sus abastecimientos. En la siguiente campaña, los colonos obtuvieron una resonante victoria en Cowpens en Enero, y los británicos obtuvieron una magra victoria en Guilford en :Marzo. Aunque ellos fueron victoriosos, los británicos perdieron más de 500 hombres durante esta batalla y Cornwallis en– contró necesario retirarse. :\'¡ás bien que dedicarse a la defensa de puestos en Georgia y Carolina del Sur, Cornwallis marchó a \J\Til– mington, Carolina del Norte. Los británicos, de este modo, abandonaron el Bajo Sur y el Gene– ral Greene se movilizó nlpidamente para eliminar las posiciones briu'¡– nicas en el interior. El foco de la guerra ahora volvió a Virginia. A fines de Mayo de 1781, Cornwallis había llegado de vVilmington con los restos de su ejército y tomó el mando de todas las fuerzas británicas en el estado, alrededor de 7.000 hombres. Las fuerzas americanas en Virginia alcanzaban a 1.200 hombres y eran mandados por el francés Lafayette. En esta situación, Corno wallis propuso operar en el interior como lo había intentado hacer en Carolina del Norte. Sin embargo, al recibir instrucciones peren– torias del General Clinton de volver a la costa y establecer una base; Cornwallis bajó por la península de Virginia y comenzó a establecer sus defensas en el pequeño puerto de Yorktown. Mientras tanto, La– fayette resolvió no enfrentar a las fuerzas superiores de Cornwallis. Siguió sigilosamente bajando la península, y cuando los británicos 100
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