La revolución norteamericana, auge y perspectivas
LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA. AUGE y PERSPECTIVAS a bordo. La fuerza francesa venía al mando del Almirante D'Estaing, quien acordó con 'Vashington en montar un ataque conjunto en contra de las fuerzas inglesas en Nueva York. Este ataque no se pudo llevar a efecto por razones técnicas, y fue así como se acordó atacar el con· tingente inglés en Newport, Rhode Island. El ataque era muy complicado y por razones de mal tiempo y mala coordinación no se pudo llevar a efecto. Esta fue la última acción del año 1778. El General Washington se retiró a White Plains, New York, más o menos la misma posición que había ocupado en 1776 antes de su retirada de Nueva Jersey. Sin saberlo, ésta sería el área donde lucharía los próximos tres años mientras esperaba la oportunidad de dar el golpe decisivo en cooperación con la Armada Francesa. Ahora seguirá el Coronel Fisher, quien discutirá el término de la guerra. Coronel George Fish(!T En 1778, 121. situación militar se había estabilizado en el Norte. Lord Clinton, el Comandante británico en Norteamérica, continuaba ocu– pando posiciones defensivas en la ciudad de Nueva York. Vlashington y su ejército mantenía el ojo vigilante sobre las actividades de los británicos en los alrededores de la ciudad. El objetivo de 'Washington fue mantener a Clinton en Nueva York. Con la situación estancada en el Norte, la escena de la acción se trasladó al Sur. Los Ministros del Rey querían devolver al control inglés los Estados del Sur, y entonces, se movilizan en contra de los Estados norteños desde las bases en el Sur y Nueva York. Lord Clinton era cauto. El pensaba, y con razón, que el Ejército Británico no podría operar sin peligro lejos de la costa donde la Marina Británica podía abastecerlo y apoyarlo. En el otoño de 1778, Lord Clinton envió una fuerza compuesta de alrededor de 3.000 hombres a examinar los sentimientos de los rea– listas en el Estado de Georgia. El Estado, débil y escasamente poblado, fue rápidamente invadido. Los británicos establecieron una base en Savannah y comenzó el reclutamiento de varias compañías de mili– cianos realistas. Abrumados con estos acontecimientos, el Congreso envió al General Benjamín Lincoln a Charleston, en Diciembre de 1778, a organizar los refuerzos americanos del Sur. 98
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