La revolución norteamericana, auge y perspectivas
Juan Mdl'quez, et al I LAS CAMPAÑAS MIUTARES DE LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA presencia cercana en todos los heroísmos de la acción, adquiriendo el alma femenina la grandeza de un símbolo. Antes de abandonar esta tribuna dejo aquí mis votos porque la constelación americana concierte su luz con las demás del continente e iluminen glorias cada vez más puras, leyes cada vez más sabias, generaciones cada vez más dichosas, dentro de la armonía perenne que reposa en el Amor y la Justicia. Dejo con ustedes al Sr. Teniente Coronel don Frederick Von Goltler. "" . . Teniente Coronel Frederick Von Goltler En Septiembre y Octubre de 1774, se reunió el Primer Congreso Con– tinental, y demandó revocar todas las leyes perjudiciales que habían sido promulgadas desde 1763. También creó una Asociación Conti– nental que debía hacer cumplir un boycott a los productos ingleses. Inglaterra consideró que la actitud desafiante de los colonos nece– sitaba una fuerte represalia para así terminar de una vez por todas con estos actos de rebelión. El Primer Ministro decidió que tenía dos opciones para acabar con la rebelión: una estrategia marítima de estrangulación económica o un ataque terrestre en contra del supuesto centro de rebelión: Nueva Inglaterra. La segunda opción, que era una campaña terrestre para aislar a Nueva Inglaterra, se basaba en dos suposiciones, ambas falsas. 1) La rebelión era una conspiración de unos pocos hombres, "cabezas calientes y malintencionados", que se concentraban en bis Colonias del Noreste, y 2) la destrucción de la oposición en ese lugar ocasionaría que los rebeldes de otras partes se arrepintieran de sus designios. Se eligió la campaña terrestre como el plan preferido. Antes de referirme a las batallas específicas, deseo darles una idea del tamaño del campo de batalla, las tropas que se vieron involucradas y una pequeña mirada a otras acciones político-militares que en ese momento tuvieron efecto en esta guerra: a) En esta guerra se peleó desde Canadá a La Floridi, una distancia de 1.600 kilómetros, y desde la costa al oeste, a una distancia de 1.000 k,ilómetros. b) Las fuerzas con las que contaban los colonos variaron radi-
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