La revolución norteamericana, auge y perspectivas
Joaquín Barceló / EL PENSAMIENTO ILUSTRADO EN NORTEAMÉRICA humanidad el sentido común de la cuestión, en términos tan llanos y firmes que obligaran al asentimiento... No aspirando a la origina– lidad de principio o de sentimiento, ni siendo una copia de otro es– crito particular anterior, se quiso que fuera una expresión del pensa– miento americano, y que esta expresión tuviera el tono apropiado y el espíritu que la ocasión demandaba". Antes que se pensara todavía en la Independencia de los Estados Unidos, el puritano ]onathan Edwards habia escrito: "El cambio de los caminos del comercio y el abastecimiento del mundo con tesoros de América son ejemplo y presagio de lo que se avecina en las cosas del espíritu, cuando el mundo sea abastecido con tesoros espirituales provenientes de América". Estas palabras, escritas cuando el pueblo norteamericano se encontraba todavía en su etapa de formación, son altamente significativas y hoy podemos evaluar su sentido. Desde el punto de vista del pensamiento filosófico, Estados Unidos ha entre– gado al mundo'la realización concreta de un modelo político, el de la democracia representativa; más tarde, entregaron la elaboración acabada de una filosofía pragmatista que ha expresado la orientación predominante de la sociedad occidental en la primera mitad del siglo xx; hoy se debaten en primer término en Estados Unidos pro– blemas epistemológicos acerca de los cuales aún sería prematuro decir cuáles son los resultados definitivos de su discusión. Una cosa parece, sin embargo, clara: que las semillas de reflexión filosófica sembradas por los eclesiásticos puritanos en el siglo XVIII y cultivadas por los hombres de la Ilustración no cayeron en un suelo estéril, sino que han producido frutos importantes durante los doscientos años de vida independiente de Estados Unidos. En especial, es necesario reco– nocer que a través de su historia el pensamiento filosófico norteameri· cano se ha mantenido fiel a los ideales que se fijó a sí mismo ya en la época de la Ilustración. Si entonces se planteó la necesidad de usar independientemente la propia razón, rechazando los intentos de subyu. garla mediante la autoridad política, religiosa o aun académica, si se buscó en esta forma el ejercicio de la libertad intelectual y se abrieron las posibilidades para que este ejercicio se tradujera en formas con– cretas de pensamiento teológico o de organización política, dichos rasgos se han mantenido inalterables en el pensamiento posterior de Estados Unidos y han iluminado su trayectoria a lo largo de los siglos XIX Y XX. 61
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=