La revolución norteamericana, auge y perspectivas

Edward G/ab, 11". / DOSCIENTOS AÑOS DE pOLÍTICA EXTERIOR DEMOCRÁTICA: EE.UU. EN... institucionales de igualdad, pobreza entre abundancia y declaraciones en favor de la paz entre la venta de armas más grande del mundo. Como un reflejo de esa contradicción entre lo ideal y lo real, la política exterior de EE. vv. muchas veces se ha convertido en una "proyección de lo que los americanos quieren creer y de mitos que no se atreven a no creer"28. Este elemento del carácter americano, combinado con la venta de la política exterior a la de la mentalidad de Madison Avenue, hace muy difícil para el pueblo americano formular opiniones en base de una buena información sobre el pro– ceso de la formulación de la polítiLa exterior y sobre asuntos espe– cíficos contemporáneos internacionales. Este hecho produce una con– dición entre los ciudadanos de EE. vv. que un autor ha nombrado "distorsión paratáxica". Distorsión paratáxica es un término oftalmológico que deseribe "varias clases de fenómenos emocionales que tienen como base común el hecho que el paciente confunde una si tuación con otra o un ob– jeto con otro resultando reacciones no apropiadas"29. Un ejemplo de la distorsión paratáxica sería la invasión en la Bahía de Cochinos en Cuba porque EE. vv. percibió una amenaza a su seguridad nacio– nal por parte de Fidel Castro. La invasión de la República Domini– cana en 1965 y la guerra en Vietnam también fueron provocadas por la percepción que aquellos países presentaban una amenaza direc– ta a la seguridad nacional de EE. vv. Sí los casos de Cuba, la República Dominicana y Vietnam presen– taron amenazas a la seguridad nacional de. EE. vv. es algo discu– tible. Lo que no es discutible es que en los tres casos la reacción de EE. vv. no fue apropiada. Esto es porque en EE. vv. la distorsión paratáxica es especialmente intensa con respecto a la percepción y opinión pública sobre el comunismo. Por ejemplo, en 1963 una encues– ta del Centro Nacional de Opinión descubrió lo siguiente sobre la actitud de la ciudadanía americana hacia el comunismo: un 68%· de los encuestados no permitiría que un comunista diera una charla pública; un 66% sacaría de la biblioteca todos los libros marxistas; un 90% lo despediría de un puesto en una fábrica de la defensa; un 91 % no dejaría a uno ser profesor en un colegio, y un 89% no lo dejaría trabajar como profesor en la Universidad; un 68% no lo ""Stillman y Pfaff, Power and lmpotence, p. 58. IDlbíd., p. 74. 195

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