La revolución norteamericana, auge y perspectivas
LA REVOLUCIÓN NORTE:A::-'1EIUCANA, AUGE y PERSPECTiVAS una continua "virtud del pueblo"l. Como Bolívar, supo reconocer las virtudes y debilidades de los pueblos para la democracia. Su modelo contrastaba con la actitud de Alexander Hamilton y algunos líderes europeos que consideraban que el pueblo era una "gran bestia" y debía ser sometido por la fuerza bruta. La confianza en el ciudadano era inquebrantable a tal punto que en Francia escribía: "Tengo fe en que el resultado de nuestro experi. mento probará que puede confiarse en los hombres para que se go– biernen por sí mismos. Si se demuestra lo contrario, llegaría a esa con– clusión de que no existe Dios o de que es un ser malvado". (A David Hartley, París 1787, Julio) . 2. La fuena de la alltotransformación política Una segunda característica del modelo político de Jefferson es su flexibilidad, es decir su capacidad de autotransformación en el tiem– po, periódicamente y de acuerdo a reglas más o menos claras y sin recu– rrir a la violencia física. Al respecto decía: "No permita Dios que pasemos nunca 20 años sin una rebelión de ese género (la rebelión de Shays) . El pueblo no puede estar siempre y en su totalidad bien informado... ¿qué país ha existido o existe que no haya conocido en 150 años una rebelión? ¿Y qué país puede conservar sus libertades si sus gobernantes no son advertidos, de cuando en cuando, de que el pueblo mantiene su resis– tencia? Dejémosle que tomen las armas... El árbol de)a libertad necesita ser regado de cuando en cuando con sangre de los patriotas y de los tiranos. Es un abono natural". (A William, S. Smith, París, 1787, Nov.). En otra oportunidad, al rehacer la Constitución de Virginia de– mostró con su ejemplo que no se podía perpetuar un orden constitu– cional que no se ajuste a nuevas realidades sociales y que no refleje auténticamente los ideales democráticos. Al respecto en sus Notas sob1'e Virginia (1776) decía: "Esta Constitución fue elaborada cuando éramos neófitos e inexper– tos en la ciencia de gobierno... fue además la 1<). que se forjó en EE.UU. No es pues de extrañar que el tiempo y la práctica hayan puesto de manifiesto en ella varios defectos capitales". 'S. P. Mayer. Tmyecto1'Ía del petlSamierzto político, F.C.E., 1941, p. 269. 17 0
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