La revolución norteamericana, auge y perspectivas
Walter Sánchez G. I LA FILosoFÍA POLfTICA DE TOMÁS JEFFERSON EN !;L..• rimentó al menos cinco grandes inquietudes intelectuales que crecían ~n forma paralela al desarrollo económico y social de las 13 colonias El Calvmismo, importado por los puritanos establecidos en New England; la reacción al deísmo calvinista, la adopción del escepticis. mo racionalista y la Ilustración de Francia, una tercera corriente de orientación idealista y tendencias materialistas siguiendo la línea de Hobbes. Las experimentos de electricidad de Franklin, también dieron lugar a nuevas inquietudes típicas del racionalismo. Final· mente, cuando se terminaron de cuestionar las ideas sobre la "natu· raleza" y sobre "Dios" y después de haber logrado cierto nivel de de- . sarrollo económico los americanos volcaron su atención a la política, es decir, se replantearon el problema del poder, el gobierno, la auto– ridad, y el Estado. En general ellos encontraron en Locke el campeón de sus propias ideas 2 • Particularmente, Jefferson que en el texto de la "Declaración", decía: "todos los hombres fueron creados iguales, dotados de ciertos derechos inalienables", demostró una clara influencia de John Locke; según este filÓsofo inglés la finalidad del gobierno es proteger los derechos preexistentes, otorgados por Dios y que todos los hom– bres gozan por ley natural. Por esta tradición Jefferson insistirá en que existen derechos que no pueden ser usurpados por el gobierno y se preocuparía de limitar constitucionalmente el radio de acción del gobierno para que no in· vada la esfera reservada a la libertad política, religiosa e intelectual del individuo. La tradición de Locke, a su vez provenía de grandes filósofos clási– cos como Sto Tomás, San Agustín y Aristóteles. Por todas estas consideraciones creemos que existe una relación entre la biografía política y la biografía intelectual de Jefferson. Es tan evidente esta relación que por lo mismo es difícil de resumir. Sólo vale la pena recordar que Jefferson no elaboró su pensamien. to en el aire o en un solo tratado, ni tampoco se alejó de los hombres para escribir una "summa" de Filosofía política. Jefferson no fue un Kant ni un Marx o Platón, sino más parecido a un Cicerón, un Lincoln (por ejemplo, una vez que estuvo formado el gobierno americano debió justificar la lucha anticolonialista y la revolución que crearía la "primera nación independiente") 3. "Charle5 M. Wiltse, The ]effersonian Tradition in American Democraev, Hill and Wang N. Y. 1960, pp. 36-37. 'SeymollT Martín Lipset, The First New Nation (196~).
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