La revolución norteamericana, auge y perspectivas

LA REVOLUCiÓN NORTEAMERICANA, AUGE Y PERSPECTIVAS quien además debía buscar información respecto del estado de las conversaciones entre Vergenne y el Foreign Office, motivado esto úl timo por las sospechas de Franklin. La misión de Vaugham y el nombramiento de Oswald tomaron algún tiempo, lo que hizo sospechar aun más a Franklin y Jay; cuando Oswald regresó a París, venía acompañado de Henry Strackey, con instrucciones para presentar nuevos puntos a los norteamerica– nos. Entre éstos estaba la negativa británica a ceder Canadá, pero planteaba ahora que el límite norte debería quedar fijado en el río Ohio, al tiempo que los Estados Unidos debían indemnizar a Gran Bretaña por la expropiación de propiedades fiscales inglesas, hechas durante la Revolución, al tiempo que Estados Unidos debía compro– meterse al pago de los deudores que Inglaterra tenía por compromi– sos relativos a las colonias contraídos hasta la fecha. Los delegados norteamericanos y .británicos se encontraban discu– tiendo estos puntos cuando España entró a tallar en el conflicto. complicando aun más las cosas. El Conde de Aranda, Embajador español en París. urgió a Vergenne a poner punto final al asunto del reconocimiento de la Independencia de Estados Unidos, yen con– versaciones personales que tuvo con J ohn J ay, le hizo ver la preocu– pación española por el futuro límite entre Estados Unidos y el Vi– rreinato de Nueva España. advirtiendo que era el deseo de España que se le concediera todo el territorio al Sur y al Oeste de los Lagos Superior y Hurón y que la frontera occidental quedara fijada por una línea que corriera desde el costado poniente del Lago Erie. más o menos donde hoy se encuentra Toledo. Ohio, hasta la bahia Apalachee, en Florida. Con ello, Estados Unidos quedaba totalmente aislado del Mississippi, el cual pasaba enteramente a manos de España. La situación era comparable con las medidas que la Pro– clama Real de 1763 y la Ley de Quebec de 1774 habian establecido y qut' privaban a las entonces colonias del Oeste, lo cual como lo dijimos en nuestra charla pasada. pasó a constituirse en una de las más importantes causas de la Revolución. Por supuesto que Jay rechazó categóricamente los planteamientos del Conde de Aranda y. por este lado. los nort~americanos vinieron a descubrir qué era lo que Vergenne mantenía oculto y que tanto les preocupaba. El Secretario Privado de Vergenne. Gerald de Rayneval. sugirió y así lo hizo saber a los delegados norteamericanos, un compromiso

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