La revolución norteamericana, auge y perspectivas

Cl'¡slián Guerrem Yoacham I LA DIPLOMACIA DE LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA cuencias, América pasaba a ser una especie de premio, de recompensa a la diplomacia europea y los cambios territoriales, como los que se especificaron en el Tratado de París así lo confirman. Cuando Thomas Paine llegó a América en 1774 y advirtió que la separación de las colonias británicas de la l\1adre Patria traería con– sigo segregar a las colonias de las guerras europeas, fueron muy pocos los que comprendieron lo que ello significaba, aunque en la práctica la vida colonial estaba ligada a los intereses de los europeos y sus disputas. "Cualquier sumisión a, o dependencia de Gran Breta– ña, escribió Paine, conduce directamente a envolver este continente en las guerras y disputas de Europa... Es el verdadero interés de Amé– rica mantenerse alejada de los problemas de Europa, lo cual nunca puede hacer si por su dependencia de Inglaterra, América es el plato fuerte en la escala de los valores políticos de Gran Bretaña". Con ello Paine no sólo estaba dando un argumento más para la declaración de la Independencia, sino que desde el punto de vista internacional estaba indicando una política a segllir, el aislacionismo, y esta misma idea y hasta cierto punto su expresión, fue seguida años después de triunfar la revolución independentista y estructurarse el gobierno federal, en el célebre "FareweIl Address" de George "\Vashington y aun en la formulación de la Doctrina Monroe. Lo que hemos mencionado significa que la experiencia colonial norteamericana, aunque un tanto pobre en materias exteriores, algo sirvió a las colonias y luego a Estados Unidos en la organización de su política internacional y diplomacia. Sin embargo, y al contrario de lo que Thomas Paine había suge– rido, la historia diplomática de la Revolución Norteamericana comen· zó y se realizo más en Europa que en la misma América del Norte. después de la Guerra de los Siete Años y del Tratado de París. Derrotada Francia en el conflicto. que sin lugar a dudas fue un conflicto mundial, esta potencia pareció abandonar sus pretensiones coloniales. que en parte habían sido causa de sus desastres, y por todos los medios trató de recobrar su posición de primera potencia en Europa, para lo cual recurrió a una política de pactos de familia con Austria y España. Por otra parte, el gobierno francés se dio a la tarea de reconstruir sus fuerzas armadas, y una vez consolidados los pactos y rearmados los ejércitos y la marina, Francia comenzó a esperar la oportunidad de vengarse de Inglaterra, para lo cual esperaba surgiera un conflicto en cualquier parte y en especial en las ex colonias francesas del Canadá. 121

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