La revolución norteamericana, auge y perspectivas
LA REVOLUCIÓN NORTF.A~!ERIC!\NA, AUGE y I'FRSPECTIVAS época de la Guerra de Secesión, avanzada la segunda mitad del siglo XIX. Bajo ella, las condiciones en que se desarrolla el intercambio comercial con la Metrópoli y la vida agrícola, impedirán la forma– ción, como en otras colonias, de grupos intermedios de comerciantes y de artesanos, pues la plantación se autoabastece y la vinculación comercial es directa con Inglaterra. Sólo el interior será refugio de agricultores pequeños y libres, que en la vida política de la colonia podrán, sin embargo, significar algún contrapeso en las asambleas de los condados del señor todopoderoso. La actividad social y cultural, con sus refinamientos y sus goces, se centra en la plantación y en las grandes fincas; las familias realizan una selecta y dinámica vida social marcada por un tono aristocrático, refinado y elegante. El hijo del plantador estudia con maestros pri– yados; recibe la influencia formadora y ejemplarizadol'a de sus mayo– res; asume su puesto en la vida social, en la actividad económica y aprehende los valores éticos del gTUpO; a veces perfecciona sus estudios en Inglaterra, y desde fines del siglo XVII, podrá concurrir a las aulas del Colegio de William and Mary. No es sorprendente, pues, que a esta colonia vinculada desde sus orígenes a los Estuardo, llegara el tronco de los VVashington, huyen– do de Inglaterra cuando aún parecía no tener fin el régimen ins– taurado por Cromwell. Los 'Vashington, venidos a Virginia a causa de su fidelidad a los Estuardo, crearían muy pronto una espectable situación entre los más poderosos y aristocráticos plantadores, y serían un buen ejemplo del destino de las colonias: refugio de perseguidos y tierra de promisión para la iniciativa y el trabajo creador. Sin embargo, el joven Jorge, por su nacimiento, no parecía desti· nado a las ventajas de la primogenitura. Nacido, en efecto, el 22 de Febrero de 1732, era vástago del segundo matrimonio de su padre, Agustín, con Mary Hall. Sus primeros estudios los realiza bajo el cuidado de su padre y de un maestro privado; huérfano a los once años de edad, la influencia materna se ejercerá de modo importante. El joven Washington se iniciará muy pronto en el aprendizaje del trabajo en una gran plantación; y estudiará en forma autodidacta matemáticas y agrimensura. Su entrada a la vida social, al refina– miento y a la cultura de la aristocracia virginiana, y en la cual se impregnará de los mejores ejemplos de responsabilidad ante los deberes económicos y políticos, sin rechazar los placeres de la vida, la facilitará su hermanastro Lorenzo, casado con una Fairfax, cuya plantación Belvoir estaba próxima a la casa solariega de los ''Vas- 108
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