Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

CUBA; CONTINUIDAD YCAMBIO 91 así como con la dirigencia y las organizaciones políticas palestinas. Hacia éstas, Cuba reiteró su tradicional solidaridad, ysu convicción deque no habrá una solución pacífica y duradera de los conflictos de esa región sin tomar en cuenta los legítimos intereses del pueblo palestino representados en la OLP. Al igual que en 1990, el área del mundo subdesarrollado en que mayores avances registraron las relaciones internacionales cubanas fue América Lati– na y el Caribe. Al nonnal desarrollo de las relaciones interestales con todos los países de la región con que Cuba sostiene relaciones diplomáticas y comerciales (con la sola excepción de Argentina), se agregó el restablecimien– to de relaciones comerciales y consulares con Chile y Colombia, la normali– zación de las relaciones consulares con Panamá, así como el desarrollo de contactos de alto nivel del presidente Fidel Castro con sus homólogos de México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, República Dominica:– na y Paraguay. Los contactos con estos tres últimos (con losque Cuba no tiene relaciones diplomáticas) se desarrollaron en el contexto de la Primera Cum– bre Iberoamericana en Guadalájara. Allí el Presidente cubano planteó los fundamentos actuales de la política y de la proyección exterior del país; y especialmente el redoblado interés por lograr avances concretos en la irrealizada utopía de la unidad y la integración latinoamericana 33 • Este interés fue fundamentado como parte imprescindible y urgente de la respuesta regional a los desafíos que plantea al subcontinente el excluyente y asimétrico sistema internacional que se está configurando y, dentro de éste, las pretensiones estadounidenses de resolver los problemas estructurales de su economía a costa?e la subordinación de los demás países del continente (a través de políticas como la Iniciativa para las Américas del Presidente Bush). En el orden político sobresalió la disposición cubana a dialogar con los gobiernos de la región -sobre la base del respeto mutuo y la reciprocidad– respecto a las formas de lograr el perfeccionamiento del sistema político cubano y la decisión de firmar el Tratado de Tlatelolco sobre la no prolifera– ción de armas nucleares en América Latina yel Caribe en el momento en que unánimemente así lo hagan todos los gobiernos del subcontinente. También la reiteración de Cuba sobre su decisión de continuar firmando tratados de cooperación (como ya lo ha hecho con Venezuela, México y Colombia) que posibiliten, sobre la base del respeto a las soberanías nacionales, el enfrenta– miento conjunto al narcotráfico. En la propia cumbre el Presidente cubano remarcó la decisión del país de continuar colaborando en la búsqueda de soluciones pacíficas y negociadas de los conflictos civiles de El Salvador, Guatemala y Colombia. integrantes de la CE! yen particular con Rusia, república que monopolizaba el 90 por dento de los intercambios con Cuba. 33 FideICastro Ruz, "Mensaje a la Primera Cumbre Iberoamericana ...", op. cít.

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