Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

82 LUIS SUAREZ S. hostigando al gobierno cubano en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU s , mantuvo una ambivalente política migratoria hacia Cuba 9 , cerró cual– quier espacio a la negociación de los conflictos existentes entre ambos países, mantuvo su estímulo a la disidencia interna, así como su esquema de ejerci– cios y presiones militares sobre el territorio cubano y sus aguas adyacentes. En ese orden, el gobierno cubano denunció la realización de maniobras militares hostiles a Cuba en el mar Caribe y la violación del espacio aéreo cubano gor naves norteamericanas provenientes de la Base Naval de Guan– tánamo . A pesar de queel gobierno norteamericano ha declarado que el propósito de sus acciones es sólo producir" cambios pacíficos y democráticos en Cuba" y de que objetivamente la búsqueda de una salida militar no parece estar en la agenda inmediata deWashington 11, 1991 cerró con las pruebas presentadas norteamericano debata la llamada Acta para la Democracia en Cuba del repre– sentante demócrata Robert Torricelli que propugna el endurecimiento global de la política estadounidense contra ese país y contra los gobiernos que mantengan relaciones de todo tipo con la Isla. 8 En ella, Estados Unidos -luego de un gran cabildeo diplomático- logró por un voto de ventaja una resolución que encarga al Secretario General que designe un representante especial para observar la evolución de los derechos humanos en Cuba. Tal resolución fue posterionnente ratificada por el ECOSOC. El gobierno cubano la rechazó al valorarlo como una manipulación política y discriminatoria hacia Cuba. El informe de ese representante especial deberá debatirse en las sesiones de la Comisión de 1992. 9 Según el Consulado de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, anualmente sólo se cumple entre un 25 y un 35 por ciento los cupos de visas (20 mil al año) establecidos en el Convenio Migratorio existente entre Cuba y los Estados Unidos. La diferencia resulta de que muchos postulantes no clasifican según la ley norteamericana. Sin embargo, Estados Unidos le confiere automáti– camente el carácter de "refugiado político" a cualquier cubano que llegue por vías ilegales a su territorio. En 1991 --según el Departamento de Naturalización e Inmigración de los Estados Unidos- los cubanos que llegaron ilegalmente a EE.UU. (los llamados balseros) ascendieron de 2 mil 203. Ello -junto a la congela– ción de nuevas solicitudes de visas y la anunciada reducción de entrega de visas turísticas a los cubanos con familiares en EE.UU.- marca el double standard y el empleo político del tema de la migración por parte del gobierno norteamericano contra Cuba. Ella estimula las acciones de piratería por ciudadanos cubanos que quieren emigrar hacia Estados Unidos por fuera de los canales legales estableci– dos. 10 La Cancillería cubana denunció que el 23, 24 y 25 de octubre de 1991 se produjeron sucesivas violaciones del espacio aéreo cubano por aeronaves provenientes de la Base Naval de Guantánamo. La declaración resalta la peligrosidad e inadmisibi– lidad de tales hechos. Días antes el Canciller cubano había denunciado ante la Asamblea General de la ONU los ejercicios de invasión a Cuba realizados a partir de! 16 de septiembre por la 101 División de Asalto aéreo de Estados Unidos. En agosto de 1991 el diario Gra/1ma también denunció el inicio de las maniobras militares norteamericanas Flechtex 4/91 en aguas de! mar Caribe. 11 Pedro Momeal y Julio Carranza, "Cuba en la actual agenda política norteameri– cana: notas para una evaluación", Cuadernos de Nuestra América, La Habana,

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