Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

MAS ALLA DEL INSULARISMO: EL CARIBE FRENTE... 67 prioridades asignadas a la conformación de un área de libre comercio en América del Norte (NAFTA) y de las expectativas desencadenadas por el lanzamiento de la Iniciativa para las Américas (IPA). La creación de la NAFTA augura la emergencia de un ámbito de abierta competencia para el Caribe por parte de México. Y el lanzamiento de la IPA eventualmente podría afectar las ganancias logradas hasta ahora por los beneficiarios de la ICC, en términos del libre acceso de algunos de sus productos al mercado norteamericano y de la imposición de acuerdos de reciproddad que pudieran, a su vez, afectar los esquemas preferenciales de comercio establecidos con Canadá, a través del programa Caribcan, y con la Comunidad Económica Europea (CEE), a través de la Convención de Lomé. A su vez, la unificación de la Comunidad Europea (CE) para 1992 ha desatado crecientes interrogantes en la región acerca del futuro del esquema preferencial establecido en el marco de la Convención de Lomé, particular– mente en lo que se refiere a la persistencia de los protocolos del banano y del azúcai y a los flujos de asistencia existentes, frente a las eventuales priorida– des que pudieran ser asignadas a los países de Europa Oriental 8 • Este cuadro general de cambios globales y hemisféricos constituye el nuevo contexto plagado de incertidumbres en el cual los estados del Caribe han desarrollado sus políticas exteriores entre 1990 y 1991. En él, los roles protagónicos de los actores regionales han sufrido, también, cambios signi– ficativos. Cuba, que había logrado desaITQllar una significativa influencia y pro– yección en la región, se ha visto reducida a concentrarse en sus propios y crecientes problemas domésticos, ya reorientar el énfasis de sus esfuerzos en política exterior para reconstituir los vínculos con los estados latinoamerica– nos, en el marco de su creciente aislamiento internacional. En función de la aceleración de los procesos integrativos subregionales, a raíz de la globalización e interdependencia económica y de la conformación de bloques económicos a nivel mundial, la Comunidad del Caribe (Caricom) ha emergido como el actor protagónico en la subregión, en tomo al cual, en mayor o menor grado, giran muchas de las expectativas y de las reacciones de numerosos estados regionales 9 • Farcign Affairs, verano, 1991, p.1OS. 7 Ver Paul Su tton, (comp.), Dual Legacies in the Can t emparary Caribbean, Frank Cass, Londres, 1986, y Europe and the Caribbean, MacMillan, Londres, 1991. 8 Ver Henry GilI, "Las implicaciones económicas para América Latina y el Caribe de los cambios en Europa Oriental", en Capitulas del SELA, Nº 24, enero-marzo, 1990, pp.83-100. 9 Caricom agrupa a los estados independientes del Caribe de habla inglesa: Anti– gua, Bahamas, Barbados, Belice, Domínica, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, S1. Kitts-Nevis, San Vicente y Trinidad-Tobago, junto con Monserrat que continua siendo un territorio asociado de Gran Bretaña. Por otra parte, desde

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