Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
40 A. SEABRA de CRUZ, A. R. CAVALCANTE y L. PEDONE Bush a Brasil, en diciembre de 1990, redundó, dada la ausencia de iniciativas concretas, en réditos casi exclusivamente políticos para Collor. En junio de 1991, con la presencia de Collor en Estados Unidos, la propuesta panamericana de cooperación ganó un aparato institucional me– diante la firma de un tratado, conocido como 11 cuatro más uno" (4+1), entre los integrantes del Mercado Común del Cono Sur (MERCOSUR) yel gobierno norteamericano. La primera sesión del Consejo sobre Comercio e Inversio– nes, en septiembre, validó, porahora, la impresión de que el desarrollo futuro de la Iniciativa para las Américas (IPA) del Presidente Bush considera poco más que, en respuesta a la integración europea, coordinar un poco mejor algunos intereses del continente en la Ronda Uruguay, o, en medio de las tendencias globales de concertación económica y política, garantizar merca– dos preferenciales y la presencia norteamericana en América Latina 20 • Los tres pilares básicos de la Iniciativa, a saber: comercio, deuda e inversiones, denotan apenas un cambio de mentalidad, que corresponde a la sustitución de la ideología del asistencialismo y de la seguridad regional, prevalecientes durante los años de la guerra fría, por el concepto de coope– ración. Los obstáculos enfrentados en el ajuste brasilero y la lenta reacción externa desgastó la postura del gobierno de Collor que manifestó signos de impaciencia. Durante la primera Cumbre Iberoamericana, en GuadaJajara en julio de 1991, el presidente Collor alertó sobre los riesgos de una nueva división mundial entre ricos y pobres, entre Norte y Suren reemplazo de la tradicional división entre Este-Oeste 21. La solidaridad latinoamericana revitalizada El movimiento de integración del Cono Sur, expresado en acercamientos sucesivos a lo largo de los años 80, adquiriIÓ sentido aún más vigoroso en estos últimos dos años. De una intensa agenda diplomática con Argentina, Paraguay y Uruguay sobrevinieron ampliaciones de los sectores y países participantes en el proceso integracionista, incluso desde una perspectiva preinstitucional. El Acta de Buenos Aires, de julio de 1990, creadora del embrionario Mercado Común Latinoamericano, trajo como importante novedad el Grupo Mercado Común, una especie de "Comisión", en analogía con la Comunidad Económica Europea (CEE), y el Acuerdo de Complementación Económica 20 En relación a algunas de esas conclusiones, ver Lia Vals Pereira, "A integracao dos paises do Cone Sul: algumas reflexoes", Beletim de Diplomacia Económica, NI! 7, Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE-GETEC), Brdsilia, abril-mayo de 1991. 21 Ver discurso presidencial, Guadalajara, mimeo, 18 de julio de 1991. Vale resaltar que en sus discursos anteriores no se excepttlaban los comentarios críticos, más a ellos apenas se les confería relevancia secundaria frente al deseo intenso de cooperación.
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