Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

36 A. SEABRA de CRUZ, A. R. CAVALCANTE y L. PEDONE sarrollo científico y técnico y, porextensión, del libre acceso a las fuentes más avanzadas de ese conocimiento especializado. Por lo mismo, se podría decir que el acceso a tecnología de punta, en la medida en que representa una condición sine qua non para el desarrollo económico nacional, se constituyó en un imperativo de política exterior del nuevo gobierno. En ese sentido, se ha buscado demostrar a los socios comer– ciales industrializados que Brasil se está adaptando a las reglas vigentes de la economía internacional. Ello se ha hecho a través de las siguientes medidas: institucionalización de una nueva política de comercio exterior, cuyo objetivo es derribar las barreras a las importaciones; implementación de una nueva política industrial, que busca principalmente la refonna a la actual Ley de Informática -resquicio del proceso de sustitución de importaciones- y la refonna al Código de Propiedad Industrial -posibilitando, asimismo, el reconocimiento de las patentes de productos químico-farmacéuticos; inicio del programa de privatizaciones a las empresas estatales; y retoma de las negociaciones con los organismos acreedores internacionales y las institucio– nes bancarias privadas, así como el pago de parte del servicio de la deuda externa. De ese modo, el gobierno espera favorecer el incremento de la inversión externa en el país, aumentando el flujo de comercio y, como consecuencia, el de tecnología. Así, se crearía un binomio inversión de capital-transferencia de tecnología, que aumentaría la competitividad de los productos brasileros en el exterior, ampliando mercados, consolidando los ya existentes, incre– mentando los ingresos por exportaciones, disminuyendo la vulnerabilidad de la relación comercial y obteniendo mayores divisas. Sin embargo, las condiciones económicas domésticas estorbaron ese objetivo de política exterior. Las altas tasas de inflación, que mantuvieron un promedio de 25 por ciento mensual hasta el final de 1991, fueron un factor fundamental para inhibir la inversión externa. La profundidad de la recesión interna y las dificultades para llevar adelante el proceso de privatización y equilibrar las cuentas públicas, también revelaron ser importantes obstáculos indirectos para el acceso a tecnologías de punta. Cuestiones energéticas El gesto simbólico del presidente Collor de echarle tierra al silo de pruebas nucleares de Sierra de Cachimbo, en el estado de Pará, antes de su viaje a la inauguración de la XLV sesión de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, juntamente con la declaración de que Brasil estaría dispuesto a pros– cribir cualquier tipo de ensayo nuclear que no estuviese destinado a fines pacíficos, buscó adaptarse a los preceptos contenidos en el Tratado de Tlate– lolco, renunciando definitivamente al uso de la energía nuclear para fines militares. El gobierno procuró incluso concertarse con Argentina de modo de garantizar un régimen de inspecciones mutuas y de tratamiento común de

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