Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

346 FERNANDO LABRA H. la región, para fortalecer su presencia en un área en donde la diplomacia de Pekín no tiene influencia. Igualmente, ha conseguido el apoyo de estos países para mejorar su posición en organismos económicos multilaterales. A fines de 1990, Jos vicepresidentes de Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Hondu– ras, Nicaragua y Panamá, suscribieron una declaración conjunta a través de la cual señalaban su interés en aumentar la cooperación con Taiwan, apoya– ron su ingreso al GAIT 18, Y solicitaron que la Secretaría del GAIT nombre un comité ad-hoc para analizar la incorporación de Taiwan al organismo. En el plano financiero, Taiwan está interesado en participar en el Banco Centroa-. mericano de Integración Económica. En caso de ser admitido ha prometido entregar 150 millones de dólares al Fondo de Desarrollo Económico y Social de América Central. En el ámbito bilateral, el vicepresidente Li Yung-Zu visitó Nicaragua en agosto de 1991, oportunidad en que se suscribió un Protocolo de Cooperación en los sectores agrícola, educacional, cultural y de relaciones políticas. Los lazos diplomáticos entre ambos países habían sido interrumpidos por el gobierno sandinista en 1986, y fueron restablecidos por la presidenta Cha– marra en 1990. Desde esa fecha, Taiwan ha entregado donaciones por más de 60 millones de dólares, con el propósito de contribuir a estabilizar la débil moneda nicaragüense y la balanza de pagosl~. Como contraparte, el gobierno nicaragüense otorgó a un conglomerado taiwanés la concesión para explotar una enorme reserva maderera en la costa atlántica. Costa Rica, República Dominicana y Honduras han incrementado sus vínculos con la nación asiática favoreciendo la creación de zonas francas para atraer al capital extranjero 20. Es posible señalar que para estos países la obtención de capitales de Taiwan y Corea, países que realizan inversiones en economías consideradas de alto riesgo por otros inversionistas, pueda valorarse como un hecho positivo en el corto plazo debido a que contribuye a disminuir el desempleo, a equilibrar la balanza de pagos y a obtener divisas. Sin embargo, surge la interrogante en cuanto a los beneficios que traerá a largo plazo el estableci– miento de industrias con un débil arraigo local, que utilizan tecnologías obsoletas, y que aprovechan al máximo el único recurso productivo disponi– ble que les interesa: la mano de obra barata. Cabe entonces preguntarse si las frágiles economías locales no quedarán atrapadas por esta forma de capita– lismo salvaje, viéndose impedidas de avanzar en procesos de desarrollo de carácter integrador y que preserven los intereses nacionales. Los anuncios de la apertura del mercado brasileño a los productos informáticos extranjeros han sido señalados como una gran oportunidad 18 "La antorcha de ultramar" semanario ¡V ... 'Pública de China, 30 de agosto de 1991- 191bid 20 Noticias de la República de China, agosto de 1991.

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