Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
338 FERNANDO LABRA H. de incorporarse a la APEe, en razón de la relativa importancia de sus inter– cambios comerciales con otros países de la Cuenca yel avanzado grado de apertura de sus economías al comercio internacional. Ambos están llevando a cabo una cuidadosa estrategia diplomática de acercamientos bilaterales hacia países miembros a fin de conseguir apoyo para materializar el ingreso. México ofrece particular interés para los estados asiáticos por su eventual ingreso al Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y Canadá (NAFTA). Ecuador, Perú y Argentina (país no ribereño), tienen escasas posi– bilidades de incorporarse a la organización, dado el bajo perfil que ofrecen a los países asiáticos de la Cuenca. La III Reunión Ministerial de la APEe marcó significativos progresos en la consolidación de la Conferencia. Los temas relevantes de la reunión se refirieron al fortalecimiento de los objetivos de la APEe, el análisis de las tendencias económicas, la apertura comercial de la región, la definición de los programas de trabajo y diversos aspectos organizacionales de la Confe– rencia. Los ministros suscribieron la Declaración de Seúl 7, que destacó la pro– fundización de los objetivos de la APEe, la definición de sus funciones organizativas y las modalidades de ingreso a la misma. En cuanto a este punto, que reviste especial interés para Latinoamérica, se fijaron los siguien– tes requisitos: ser un país ribereño al Pacífico y poseer una economía con fuertes vínculos en la Cuenca. Cabría agregar la necesidad de contar con el consenso político de los miembros. En el plano organizativo, la declaración establece normas para convocara las reuniones anuales de altos funcionarios, la presidencia de dichas reuniones, la composición y temas de los grupos de trabajo. También señala la importancia de que la APEe mantenga su carácter flexible a fin de que pueda adaptarse a su propia dinámica de institucionali– zación y a las cambiantes realidades económicas regionales. Es necesario destacar que la declaración fue el resultado de un compro– miso entre los países miembros que desean una institucionalización más rápida de la organización, y los que consideran más conveniente una evolu– ción paulatina. Por lo anterior, quedaron puntos fundamentales sin definir, tales como la posible creación de una secretaría permanente, los mecanismos de administración institucional y el financiamiento del foro. El documento de Seúl también adoptó una posición específica sobre la Ronda Uruguay del CATI, reconociendo la importanciade alcanzar progresos sustantivos en las negociaciones, en atención a que constituye el problema más crítico que afecta al comercio mundial, y la necesidad de obtener resul– tados concretos para disminuir las presiones proteccionistas, liberalizar el 7 Declaración de Seúl, comunicadoconjunto suscrito por las cancilleres participan– tes en la Reunión de APEC, noviembre de 1991.
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