Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
326 MLADEN YOPO H. y el Fondo de Cooperación Económica con Ultramar; d) su apoyo a las operaciones de obtención de fondos por el BID en el mercado del yen. En relación al tema de la reducción de la deuda externa oficial, el ministro de Finanzas precisó que no debían esperarse nuevos préstamos, si simultánea– mente se solicitase a Japón una reducción de la misma J2 • En el contexto de apoyar a EE.UU., reducir las amenazas a la estabiJidad del orden económico -como la deuda 13 - y afianzar su propia globalización, durante este período Japón siguió otorgando financiamiento a la región. En 1991, América Latina fue receptor del 9.1 por ciento de la ayuda externa total de Japón. Con criterios más flexibles y combinados, la ayuda para el desarro- 110, aparte de beneficiar a los países tradicionales como Bolivia (80 millones de dólares), Colombia, Pero, Paraguay y algunos de América Central, llegó a México (200 millones de dólares) ya Chile (promesa por 100 millones de dólares). Japón, con los límites impuestos por su tradición y por aquéllos prove– nientes de la nueva realidad internacional, parece dispuesto a desechar la declaración oficial -tatemate- por una verdadera intención -honne- de cola– borar a la estabilidad mundial. En este entendido, Nicaragua y Pero fueron otros países de la región beneficiados por este concepto. Al primero, le donó 7 millones de dólares, le ofreció una línea de crédito para las exportaciones por 20 millones de dólares, le aprobó un préstamo por 70 millones de dólares con cofinanciamiento del Banco Mundial, le ofreció becas para técnicos y el envío de expertos, y se comprometió a cooperaren el paquete para que pueda pagar su deuda externa de 15.000 millones de dólares. En el caso de Pero, el reconocimiento de Miyazawa a la política econó– mica aplicada -estabilización y retomo al sistema financiero mundial-, al antecedente japonés de Fujimori y al activismo desplegado hacia Tokio (Fujimori viajó a Japón nuevamente en marzo de 1992), han implicado que a los 400 millones de dólares prometidos en diciembre de 1991, el nuevo gobierno nipón haya concedido préstamos y concesiones adicionales por 127 millones de dólares -100 en crédi tos y el resto en concesiones para fortalecer la reforma económica-; 210 mil dólares para un proyecto de industrialización con el auspicio de ONUDI; la restitución de un seguro comercial para las exportaciones e inversiones por 200 millones de dólares; becas para 500 ingenieros peruanos en 3 años; etc. De los líderes latinoamericanos que han ido a Japón, la mayoría vuelve con algo debajo del brazo. ASÍ, durante la visita de Jaime Paz Zamora, éste comprometió el financiamiento japonés para el proyecto de exportación de que representó 21 por ciento del total mundial. 12 Ver, "Situación y perspectivas de las relaciones con EE.UU., Comunidad Europea y Japón", Capftulos del SEU, julio-septiembre de 1991, p. 47. 13 Argentina se vio beneficiadaallogar un acuerdo con Tokio sobre las condiciones para reprogrnmar su deuda. Ver, La Epoca, 30 de enero de 1992, p.25.
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