Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
30 LAURA ZUVANIC y FRANCISCO CORIGLIANO no estuvo -ni está- exenta de obstáculos y condicionamientos. En primer lugar, la continuidad de la estabilidad económica y de las reformasen marcha son un requisito para que los gestos de confianza no caigan en saco roto. En segundo lugar, el tema de la corrupción, de constante aparición en la agenda con Washington y con Europa Occidental, constituye un factor que debilita los esfuerzos del gobierno argentino por generar confianza externa. Por otra parte, este problema aparece como el flanco más débil del gobierno frente a la oposición interna. Como es obvio, la política exterior del gobierno de CarIos Menem no puede resumirse al alineamiento con Washington. A ello cabría añadir tres elementosadicionalesque sobresalieron en 1991. Primero, la fuerte"apuesta" hecha por la diplomacia peronista de reforzar sus vínculos económicos con los países europeos, especialmente en el programa de privatizaciones. Segun– do, la profundización de la política de integración con los países limítrofes, destacándose, el impulso dado a la complementación energética. Ejemplos de esta tendencia son los proyectos para la construcción de gasoductos desde Argentina hacia Chile, Brasil y Uruguay. Tercero y último, la búsqueda de un rol protagónico a nivel regional e internacional sustentado en la defensa de los principios del nuevo orden mundial -entre ellos la democracia y el libre mercado-. En palabras del canciller Di Tella "Nuestra política de cara al mundo nos pone en una situación de liderazgo en la región, porque nos hemos adelantado a cambios que en la mayor parte del continente se están viviendo como imprescindibles. Lejos de alejamos de América Latina, pues, asumimos el rol de vanguardia al que aspiramos,,43. Por ahora, y pese al optimismo del canciller, el "vanguardismo" argentino ha entorpecido más que beneficiado las relaciones con la región. Queda por ver si en el futuro América Latina seguirá en sus pasos a la Argentina, confirmando las palabras de Di Tella o si, por el contrario, esta posición vanguardista obstaculizará el ya de por sí arduo proceso de integración en marcha y el diálogo con el resto de la región. 43 Ver artículo del canciller Guido Di Tella, "El realismo moral de nuestra política exterior", en Clo.rfn, 12 de noviembre de ] 991.
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