Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
, EUROPA Y AMERICA LAllNA EN UN MUNDO ... 307 Las preocupaciones europeas no se limitaron sólo al ámbito de ese continente. La inestabilidad política, económica y social en Africa del Norte hizo más patente el problema de las presiones migratorias procedentes de la frontera sur de Europa. En un año en que emergieron nuevas tendencias xenofóbicas en el Viejo Continente y en que se continuó removiendo las fronteras internas entre los estados comunitarios, la CE tuvo que emplear sus ya menguados recursos diplomáticos y financieros para enfrentar esa situa– ción, que preocupa sobre todo a países como Francia, Italia, España y Portu– gal. La inmigración procedente de Africa del norte y Europa del este se está convirtiendo en uno de los grandes temas no programados de la agenda comunitaria para los próximos años 5. Es un problema de difícil solución, ya que el tratar de atenuar los flujos migratorios mediante la cooperación al desarrollo no neutraliza la atracción de los países más ricos de Europa, que además experimentan carencias laborales. Hacia finales del año se empezaba a hablar de la necesidad de evaluar nuevas fonnas de asociación de la CE con varios países del Magreb, solución que tampoco parece fácil a la luz de los recientes desarrollos políti– cos en el área y de la reticencia del propid Parlamento Europeo a mantener los programas tradicionales de cooperación con países como Marruecos, Argelia o Túnez. Consideraciones estratégicas también están impulsando a algunos países europeos a cultivar sus relaciones con Turquía, que puede desempeñar un papel regional de gran interés respecto de las repúblicas asiáticas de la Comunidad de Estados Independientes y cuyo modelo de desarrollo secularizado y occidental parece representar una alternativa frente a la inestabilidad y fundamentalismo que caracteriza al resto del mundo islámico. Por otra parte, el fin de la guerra fría, la relativa paridad económica entre una Europa crecientemente unificada y un Estados Unidos afectado por una serie de insuficiencias económicas y, lo que es más importante, por una crisis de identidad, el crecimiento de las tendencias aislacionistas en la gran poten– cia y una todavía no resuelta ambigüedad europea respecto de sus políticas y vínculos de seguridad para las próximas décadas, están exigiendo una cierta redefinición de los vínculos atlánticos que no tennina de decantarse. En este contexto se plantea, asimismo, el desafío de establecer un nuevo marco político para los vínculos entre Europa y Japón, afedados además por importantes diferendos comerciales. En este contexto, no cabe sorprenderse que América Latina no haya figurado en un lugar destacado en las prioridades europeas. Con todo, esto no impidió un crecimiento de las inversiones ni el mantenimiento de los programas de cooperación de la región. De hecho, las predicciones típica- 5 Bob Taylor, "Countdown to December 31st 1992", en The World in 1992, London, The Economist Publications, 1991, p.27.
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