Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
276 CARLOS LUJAN En esta línea, parece relevante plantear una interrogante sobre los tipos ideales que animan la condución exterior del país en materia económica: ¿es Chile el paradigma por su forma de relacionar el desarrollo económico interno con la apertura al mercado internadonal? Los esfuerzos para incor– porarlo al esquema de integradón subregional yel hechoque se evalúe como racional que Chile no quiera "jugar" en esa dirección por la falta de estabili– dad macroeconómica de estos países y su u cerramiento parcial" al sistema internacional, parecen apuntar hacia una respuesta positiva. Sin embargo, en el más alto nivel político se perfilan diferencias frente al punto. En particular el ex presidente Sanguinetti ha expresado que no es conveniente insertarse /1 abiertamente al mundo sin detenerse en el fenómeno regional" y que Chile no es"un buen ejemploa seguir,,33. Por su parte, luego de su viaje a esa nación, Lacalle manifestó con énfasis que "hemos estado de visita en el futuro de nuestro país y funcional/ 34 • En esta dirección de apertura al mundo está el hecho que, tras la rebaja de aranceles ell de setiembre de 1991, las barreras uruguayas se hallen en la cota más baja de la última década, con un nivel del 10 % para las materias primas, 20 % para los bienes intermedios y 30 % para los bienes finales. Por último, en cuanto a las relaciones finanderas del país, y más allá del tema de los narcodólares, de relevancia para las relaciones con EE.UU., el tema de la deuda externa continúa siendo de importancia, pero ha dejado de ser un punto de alta prioridad del país. Uruguay se preocupa más por el protecdonismo comercial, que impide tener mayores saldos en la balanza comerdal, que por e) tema de los pagosex ternos. En particular, esto está dado por la imagen externa de país JI seguro" en el contexto regional, razón por la cual, por ejemplo, los bonos del tesoro uruguayo, siendo los menos rentables en América Latina, son igualmente adquiridos porsu bajo riesgo-país 35 • Ello, unido al hecho de que se catalogue a Uruguay como un deudor 11 madurol/, con posibidades de manejo sin sobresaltos de sus pagos internacionales, lleva a disminuir el posicionamiento del punto de la deuda externa en la escala de prioridades que detennina la agenda internadonal del país. Un indicio de lo anterior se dio a fines de noviembre de 1991 cuando visitó Uruguay el director del FondoMonetario Internacional, Michael Cam– dessus, el cual se reunió con las más altas personalidades políticas del gobierno, incluidos el Presidente y vicepresidente de la República, así como con destacadas figuras de la oposición y de los ámbitos sindicales y acadé– micos. Desarrollo, Enrique Iglesias yel Secretario del SRA, Carlos Pérez del Castillo. 33 Julio María Sanguinetti en Búsqueda, n 11 606, 26 de septiembre de 1991, p. 38. 34 Luis A. Lacalle en Búsqueda, n 2 606,26 de septiembre de 1991, p. 38. 35 Véase José de la Torre y David H. Neckar, "Pronósticos del riesgo político del país", en Spyros Markridakis y Steven C. Wheelwright, Técnicas de pronósticos, México, 1989, pp. 411-423.
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