Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

262 JUAN LUIS SIMON G. tes con el canciller de Hungría, Gasee ]eszensky, y con los embajadores de Polonia y Checoslovaquia. También Rumania, mediante su embajador en Brasilia, quien fue recibido por Frutos en Asunción, hizo saber que deseaba inaugurar relaciones diplomáticas con Paraguay. Cuando todavía existía la URSS, los contactos entre Moscú y Asunción fueron estimulados sobre todo a través de la "Asociación de Rusos y sus descendientes en el Paraguay", que además dio vida a la Cámara de Comer– cio Paraguayo-Soviética. Después llegó en visita "oficiosa" el representante del Kremlin en Buenos Aires, Vladimir Nikitin, que se convirtió en el primer embajador soviético recibido en el Palacio de López en una audiencia presi– dencial. Además, en julio, el Parlamento nacional fue, como poder de Estado, anfitrión de una delegación oficial de miembros del Presidium del Soviet Supremo de la URSS. Estas gestiones quedaron interrumpidas por la crisis de agosto en la URSS y su posterior desintegración, debido a lo cual en breve se espera que Paraguay inicie relaciones diplomáticas plenas con la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Conclusión Al realizar para la prensa nacional el tradicional balance de fin de año de su sector, el canciller Frutos sostuvo que 1991 fue "excepcional para las relacio– nes exteriores" del Paraguay. En realidad, es difícil negar que, después del aislamiento político internacional que experimentó el Paraguay durante la crisis terminal del autoritarismo stronista, los casi tres años de transición han sido intensos ybeneficiosos para el Palacio de López. Pero ello es difícilmente atribuible de manera exclusiva a la labor de la Cancillería: todo el sistema internacional se encuentra en un proceso acelerado de transformaciones. En el caso paraguayo es fácil constatarque las limitaciones institucionales y políticas de la Cancillería impiden que pueda aprovechar mejor los recursos que le ofrecen los organismos y el sistema internacional. En lo que se refiere a "sintonizar" con el contexto mundial global, en cuestiones de derechos humanos los avances del Paraguay han sido impresionantes, como lo reco– nocen cancillerías extranjeras y organismos internacionales e incluso la opi– nión pública mundial. Pero en materia de medio ambiente, narcotráfico y deuda externa, es evidente que RR.EE. no cuenta con políticas al respecto, así como tampoco dispone de las estructuras burocráticas que deberían implementarlas en el caso de poseerlas. En estos temas, el Paraguay intenta guiarse porel consenso regional que lentamente va conformándose. Pero el mal manejo nacional de la deuda externa, que por desidia, incapacidad de negociación o equivocada estrategia lo ha llevado simplemente a no atender su servicio, están colocan– do al país al borde mismo de una riesgosa ruptura con el sistema financiero internacional.

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