Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

258 JUAN LUIS SIMON G. Frente a México, América Central y el Caribe, lo más resaltante fue la reanudación de relaciones del Paraguay con Nicaragua, poniéndose fin así a la suspensión de relaciones diplomáticas entre los dos países, ordenada por Stroessneren 1980, con el pretexto de que el gobierno sandinista de Managua había tenido participación en el asesinato (en septiembre de aquel año), en la capital paraguaya, del ex-dictador nicaragüense Anastasio Somoza. Con los restantes Estados de Centroamérica y del Caribe -excepto Cuba, país con el cual Paraguay sigue sin relaciones oficiales, aparte de los ocasionales encuen– tros internacionales de Rodríguez con Castro- y con México, las relaciones del Paraguay apenas sí se limitan a poco más que a intercambiar periódica– mente diplomáticos y a suscribir de cuando en cuando algunos convenios y tratados bilaterales. Al gobierno de Rodríguez le cupo el privilegio de ser el anfitrión de los gobernantes de Argentina, Brasil y Uruguay, el 26 de marzo de 1991, para la finna del Tratado de Asunción, que establece las bases institucionales del Mercosur a partir de los siguientes mecanismos: programa. de liberación comercial, coordinación gradual de políticas macroeconómÍcas, estableci– mientos de un arancel externo común, y adopción de acuerdos sectoriales. El Paraguay ya depositó la ratificación de tan importante instrumento interna– cional, y a fin de año, el Poder Ejecutivo promulgó la leyque crea el Ministerio de Integración. A fines de 1990 Paraguay se incorporó al Mecanismo Pennanente de Concertación y Consulta Política (MPCCP), más conocido como Grupo de Río. Casi inmediatamente, el Paraguay, a través del ministro de Relaciones Exte– riores, Alexis Frutos, participó en las reuniones preparatorias para la confe– rencia conjunta de los cancilleres de la Comunidad Europea (CE) y de los del MPCCP, que se realizó en diciembre de 1990 en Roma. AHí se suscribió el Acta de Roma, importante documento político para incentivar el relacionamiento europeo-latinoamericano. Por último, Rodríguez asistió por primera vez a una cumbre presidencial del Grupo de Río, en Cartagena de Indias, Colom– bia, en diciembre de 1991. Palacio de López-Casa Blanca: año III del idilio post-Stroessner Durante 1991 continuaron las excelentes relaciones entre Estados Unidos y Paraguay. En lo diplomático, lo más significativo fue el reemplazo del embajador norteamericano en Asunción, Timothy Towell, por John Glass– man, un diplomático de carrera vinculado a la IJ comunidad de la Seguridad Nacional" estadounidense. En lo político - diplomático hubo importantes señales de buena sintonía. En primer lugar, merece destacarse que la Casa Blanca levantó la sanción económica por la cual, durante la dictadura de Stroessner, había excluido al Paraguay de los beneficios del Sistema Generalizado de Preferencias (sGr)

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