Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

240 JORGE I-lEINE En todo caso, ya juzgar por numerosos indicadores -como el valor de los pagarés de la deuda externa de Chile, que llegaron a transarse en un 90% de su valor nominal en 1991, hasta estimados de inversionistas extranjeros encuestados por publicaciones especializadas, que ubicaron a Chile a la cabeza Gunto a México) de todos los países latinoamericanos en términos de su atractivo para la inversión 8 -, poca duda cabe que a fines de 1991, Chile se encontraba en una posición altamente favorable en cuanto a su inserción en la economía mundial. Y fue precisamente el cómo mantener esa posición lo que guió las relaciones de Chilecon sus principalessodoscomerciales y otros países. Las relaciones con los Estados Unidos Después de varios años de relaciones relativamente frías -yen algunos momentos incluso conflictivas- entre Chile y Estados Unidos, en 1991 las relaciones entre los dos países continuaron en el curso de franca mejoría que se inició en 1990 con el advenimiento de la democracia en Chile. La mejor demostración de ello es el hecho que el tema principal en la agenda bilateral lo constituyó la posibílidad de la firma de un Acuerdo de Libre Comercio entre ambos países, algo que habría sido impensable sólo unosaños atrás. Desde el primer momento en que el Presidente Bush planteó su llamada Iniciativa de las Américas, el 27 de junio de 1990, llamando a la creación de una gran zona de libre comercio desde Alaska a Tierra del Fuego, el gobierno de Chile, por intennedio del ministro de Hacienda, Alejandro Foxley (quien visitó Washington a los pocos días del anuncio de Bush) ha señalado su gran interés en materializar un ALe con los Estados Unidos. Distintos representantes del gobierno norteamericano, por otra parte, inclu– yendo al propio Presidente Bush, han indicado que, una vez ratificado al ALe de los Estados Unidos con México, con loque se completaría lallamada North American Free Trade Area (NAFTA), "el próximo en la fila" sería Chile. Las razones para ello no son difíciles de establecer. A diferencia de muchos otros países latinoamericanos, la gran apertura que caracteriza a la economía chilena lo ha puesto en una situación en que ya cumple práctica– mente con todos los requisitos establecidos por la Iniciativa de las Américas para acceder a un ALe con los Estados Unidos. El retorno de la democracia al país, a su vez, ha removido las objeciones que despertaba en muchos sectores de los Estados Unidos el gobierno militar. En esos ténninos, Chile, en alguna medida, es visto como una especie de modelo de transición política yeconó– mica en las Américas, algo digno de ser emulado. El finnar un ALe con Chile 8 Ver Steven Murphy, "Going for the Investor Goldl! en LaJin Final1ce, Miami, 33, diciembre de 1991, pp.19-29.

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