Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

238 JORGE HEINE Aparte de constituir un signo de los tiempos, este enfoque pragmático y relativamente desideologizado ha sido producto también de un esfuerzo muy consciente por parte del gobierno de llevar a cabo una política exterior de Estado, másque una estrechamente identificada con los partidos integran– tes de la Concertación de Partidos por la Democracia, la coalición que respalda al Presidente Aylwin. Relaciones económicas internacionales Como ya se ha señalado, Chile no ha escapado al fenómeno que Jorge Chabat ha llamado la 11 economización" de las políticas exteriores latinoamericanas 7 , esto es, a la gran prioridad que adquieren los objetivos económicos por encima de los puramente políticos, ideológicos o de seguridad militar en la conducción de las relaciones internacionales de los países de la región. En algunos países ello se ha debido a la profundidad de la crisis económica, que no ha dejado otra alternativa que concentrar toda la atención del gobierno en su solución. En el caso de Chile, ello ha tenido un origen algo distin to, ya que el país se encuentra en un pie económico muy sólido. De hecho, y después de un crecimiento bastante bajo en 1990 -de un 2 %– la economía repuntó considerablemente en 1991, alcanzando uno de los mejores desempeños en América Latina, con un 6% de crecimiento de su PIS y una inflación de un 15%. Parte importante de esto se ha debido al dinamis– mo del sector exportador; las exportaciones en 1991 llegaron a 9200 millones de dólares. y parte del secreto del éxito de una economía tan abierta y tan depen– diente de su comercio exterior, que se las arregló para crecer en un 6% en un año en que la economía mundial cayó en un 1 %, radica en la considerable diversificación de ese comercio exterior. En una situación muy distinta a la de muchos países latinoamericanos altamente dependientes de su intercam– bio con los Estados Unidos, Chile envía un 32% de sus exportaciones a la Comunidad Europea, un 18% al Japón (que es su mayor socio comercial individual) un 18% a Estados Unidos y un 14% al resto de América Latina(to– das cifras de 1991). Así y todo, y pese a estos considerables logros, poca duda cabe que la economía chilena sigue siendoaltamente vulnerable. Aunque la dependencia del cobre ha disminuido del 70% del total de los ingresos de divisas de 20 años atrás a sólo un 40%, ello sigue constituyendo una proporción muy alta. Algo similar podría decirse de la situación de la deuda externa, que aunque ha bajado del 500% del total de exportaciones anualesa que llegó a comienzos de los ochenta a menos del 200%, sigue siendo una cifra importante, de alrededor de 16 mil millones de dólares. y la rápida diversificación de 7 Versu cupítulo sobre México en este volumen.

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