Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

206 VICTOR MEZA te éxito de la política exterior del presidente Callejas y una reafirmación del respaldo norteamericano a su política económica. Las relaciones con Centroamérica Los importantes cambios introducidos en el cuadro regional y las modifica– ciones experimentadas en las relaciones intracentroamericanas, sobre todo después de la invasión norteamericana a Panamá, la victoria de la oposición en Nicaragua y la nueva dinámica de las negociaciones de paz en El Salvador, abrieron nuevos espacios a la política exterior hondureña en el área y la liberaron de la camisa de fuerza que representó la estrecha alianza política y militar con Estados Unidos en la década del 80. En 1991 se produjo un reacondicionamiento de las alianzas a la vez que desaparecían algunos de los motivos de permanente fricción y controversia entre Honduras y sus vecinos. La salida de los "contras" del territorio nacional eliminó un punto de choque constante con el ejército sandinista y permitió un acercamiento real entre Honduras y Nicaragua. Por supuesto, tal acercamiento estuvo determinado en su esencia porel cambio de gobierno producidoenManagua después de las elecciones de febrero de 1990. La visita de un influyente miembro del directorio sandinista, en junio de 1991, y sus amistosas conversaciones con la cúpula militar hondureña, así como los acuerdos para establecer el patrullaje conjunto en el Golfo de Fonseca por parte de ambas fuerzas navales, son claros indicios de la mejoría experimen– tada en las relaciones de los dos países y, específicamente, entre dos ejércitos que permanecieron en pie de guerra el uno contra el otro durante toda la década pasada. La repatriación de los miles de refugiados salvadoreños y nicaragüenses alivió un tanto la presión internacional sobre Honduras y permitió mejorar la imagen internacional del país. Al mismo tiempo, en el caso específico de los salvadoreños, fue eliminado un peligroso punto de confrontación con los guerrilleros del FMLN que acusaban a Honduras de aplicar una política de discriminación y represivo control sobre los refugiados procedentes de El Salvador, mientras, por otro lado, practicaba una política de tolerancia y complacencia hacia los de origen nicaragüense. Esta política de doble orien– tación causó mucho daño al prestigio internacional de Honduras y facilitó las acusaciones por violaciones constantes a los derechos humanos y a la integridad y derechos de los refugiados. En el nuevo contexto, los comandan– tes guerrilleros del FMLN han sido recibidos por Callejas en la casa presiden– cial yel gobierno ha ofrecido incluso el territorio de Honduras como eventual sede para las negociaciones de paz entre el Ejecutivo salvadoreño y el FMLN. Superados esos dos grandes escollos -los"contras" y los refugiados– Honduras pudo articular una política de gradual acercamiento hacia sus vecinos, aunque sin que por ello desaparecieran algunos elementos de con-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=