Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
GUi\TEMALA: NEGOCIANDO PARA ALCANZAR LA PAZ 191 se puede lograr la paz con efectivas posibilidades de reconciliación yopcio– nes al desarrollo. En otros ténnínos, al ubicar el objetivo de la paz interna en el plano internacional no sólo se asegura la cooperación internacionat reduciéndose la asistencia externa a los grupos guerrilleros, sino que se limitan, en alguna medida, los efectos adversos que para la paz y la reconciliación nacional generan en esas sociedades algunos componentes de la estructura del poder, en particular sus fuerzas annadas regulares. Según la percepción del secre– tario de Estado norteamericano, James Baker, esa estrategia contribuirá a que la paz genere también dividendos; entre ellos, el desanne de la subregión y un consiguiente requerimiento financiero menor para la seguridad nacional aumentando el gasto sociae. Por consiguiente, el gobierno de Guatemala (como el de El Salvador) persistió a lo largo de 1991 en la estrategia aprobada en 1987 y señalada en el Plan Arias, que acordó el "Procedimiento para Establecer la Paz Finne y Duradera en Centroamérica" ---conocido como Esquipulas 11-. La premisa del mismo fue que las guerras civiles y los conflictos annados existentes en la subregión deberían tenninar mediante negociaciones, a fin de asegurar la reconciliación nacional. Los componentes internacionales desempeñan, pues, un papel impor– tante al inducira las fuerzas armadas regulares e insurreccionales -<J.ue tienen peso político propio en esas sociedades- a aceptar tanto el método de las negociaciones para lograr la paz como los mecanismos establecidos para el efecto. En ese esquema destacan la presencia y la participación de la ONU y de las fuerzas de paz que se enviaron a la región bajo las siglas de ONUCA 3 , la, OEA, la CE, los países del Grupo Nórdico, el remanente de Contadora (com– puesto por Colombia, México y Venezuela)y, en menor escala, el Grupo de Río. Añade trascendencia al esquema de negociaciones el que éstas, a lo largo de 1991, se llevaron a cabo en diferentes capitales y ciudades latinoamerica– nas -después de lograrse el año anterior sustanciales acuerdos en Oslo y Madrid-, así como la discreta pero relevante participación de la Secretaría General de la ONU, a través de un funcionario designado al efecto por el Secretario General 4 • 2 Exposición del secretario de Estado, James Baker, a los Presidentes centroameri– canos en la Cumbre de Antigua, Guatemala. 15-17 de junio de 1990. Ver además, Francisco Villagrán K "El fu turo de la democracia en Centroamérica", en Pensa– mientoCentroamericano, N9 209, CI ArA, San José de Costa Rica, 1990. 3 El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en 1989 el envío de fuerzas interna– cionales de paz a Centroamérica. bajo la sigla ONUCA. SU mandato se prorrogó por cuarta vez en diciembre de 1991. 4 A solicitud de los respectivos gobiernos, el Secretario General de la ONU designó
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