Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
170 CRISTINA EGUIZABAL particularizada, sin retomar por ello las posiciones latinoamericanistas rep– resentadas para entonces por los grupos de Contadora y de Apoyo. Sin duda alguna, la gestión pacificadora fue un éxito, atribuible en parte a la desaparición del conflicto Este-Oeste. Paradójicamente, el fin de la guerra en Centroamérica y el establecimiento de regímenes civiles y representativos le restaron valor a los recursos de poder que había utilizado tradicionalmente el país en el manejo de sus asuntos externos. La primacía de lo económico, comodimensión determinante en las relaciones internacionales de la posgue– rra fría, ha venido a poner definitivamente en jaque el modelo de política exterior costarricense basado en la utilización de su prestigio político como palanca de negociación 3. En ausencia de un paradigma rector de la estrategia externa del país, las autoridades del gobierno que preside Rafael Calderón han optado por una especialización burocrática a ultranza, que trasciende la tradicional división entre diplomacia económica y diplomada política. Las vinculaciones comer– ciales, y particularmente aquéllas que conciernen a la apertura comercial que hoy constituyen la punta de lanza de la política exterior -tanto gestiones bilaterales como multilaterales-, están bajo la tutela del ministerio de Comer– do Exterior. La única excepción es la "diplomacia cafetera", que está a cargo exclusivo del segundo vicepresidente de la República, abogado de renombre vinculado a los principales intereses cafetaleros del país. El manejo de la deuda externa, que ha pasado a un segundo plano entre las prioridades de la diplomacia económica, se ha mantenido en las manos de los titulares de los ministerios de la Presidencia y de Hacienda y del presidente del Banco Central. A pesar del hecho de que en Centroamérica también se estén llevando a cabo negociaciones arancelarias tendientes al establecimientode un nuevo arancel común más acorde con los requerimien– tos del libre comercio, las negociaciones regionales (siguiendo las disposicio– nes del tratado general de integración de 1961) están a cargo del ministerio de Economía, que es considerado el ministerio de integración. En lo que se refiere a la diplomacia más tradicional, ésta continúa siendo responsabilidad del ministerio de Relaciones Exteriores. El cancillerNiehaus ha enfocado sus esfuerzos casi exclusivamente en el tema del sistema intera– mericano dejando en un segundo plano los nuevos tópicos de la agencia política hemisférica- medio ambiente y narcotráfico. Como consecuencia de ello la agenda relativa al medio ambiente la controla el ministerio de Recursos Naturales y la cordinación de la lucha contra el narcotráfico está a cargo del ministerio de Seguridad. Coronando todo este andamiaje se encuentra la figura presidencial. El presidente Calderón ha asumido con bastante éxito la 3 Veáse, Cristina Eguizábal, "Costa Rica y América Latina", en Francisco Rojas Aravena (comp.), Costa Rica y el Sistema Internacional, Caracas, Fundación Frie– drich Ebert en Costa Rica/Nueva Sociedad, 1990, p.196.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=