Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
156 FERNANDO BUSTAMANTE El problema inmediato gira en tomo a lo segundo, aunque el Ecuador siempre ha buscado utilizar estos incidentes para replantear el problema de fondo. Para Ecuador el conflicto cartográfico es parte de un diferendo terri– torial más amplio a ser resuelto por medio de negociaciones entre las partes. Perú, por su parte, nunca ha aceptado, y no puede aceptar, que exista un problema de disputa territorial, puesto que, desde su punto de vista, el tema de la soberanía sobre las áreas que Ecuador reclama ya fue resuelto en 1942 13 • Perú acepta solamente que existen problemas técnicos de colocación de hi tos y de determinación exacta de la línea fronteriza, los que podrían arreglarse con la buena voluntad de las partes. Así, se ha vivido un impasse durante las últimas tres décadas, en el cual ni siquiera es posible establecernegociaciones, puesto que el sólo hecho de entabladas representaría un reconocimiento por parte del Perú de que su postura tradicional, de que no existe un conflicto, ha sido y es incorrecta. Ecuador, por su parte, está igualmente encajonado, puesto que no ha podido hasta ahora aceptar que haya otra cosa que negociar que un modus vivendi fronterizo temporal a fin de evitar choques armados y el estatus mismo de la Amazonía "irredenta". Con todo, y a diferencia del incidente de Paquisha, en esta ocasión se logró evitar combates entre ambos ejércitos y comenzó a producirse un gradual cambio de actitud de la opinión pública ecuatoriana. En primer lugar, siempre se insistió en la necesidad de resolver pacíficamente la contro– vet:;ia, y por otra parte, comenzaron a aparecer altos personeros, como, por ejemplo, el presidente del Congreso, quienes hablaron abiertamente de bus– car un nuevo consenso nacional por medio de un plebiscito en el cual los electores pudiesen pronunciarse sobre distintas alternativas de solución, entre las que podían presentarse, al menos en principio, algunas que no coincidiesen con la postura tradicional de la diplomacia ecuatoriana 14 • El canciller Cordovez, por su parte, declaró que es preciso poner fin al diferendo y se refirió a los derechos ecuatorianos en la Amazonía en términos que permiten entrever, al menos, la posibilidad de que Ecuador se contente con algo menos que la devolución de las tierras conquistadas por Perú en 1941. Por ejemplo, el canciller ecuatoriano ha postulado que en el interim podrían convenirse instrumentos bilaterales que permitan a Ecuador un libre acceso al Amazonas y el disfrute de preferencias especiales en la zona que actual– mente ocupa Perú y que Ecuador reclama como suya l5 • Años atrás tales ideas hubiesen sido consideradas heréticas, puesto que permitirían a Perú abrigar 13 Sobre la postura peruana, ver por ejemplo las declaraciones de la delegación peruana que visitó Chile a fin de exponer el punto de vista de su Gobierno frente al litigio con Ecuador, "Comitiva peruana explicó su propuesta en litigio con Ecuador", La Epoca, 27 de noviembre de 1991. 14 "Pedirían mediación Papal en conflicto limítrofe", El Mercurio, 28 de septiembre de 1991. 15 "Ecuador pide a Perú reconocer derechos amazónicos", El Mercurio, 6 de noviem– bre de 1991.
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