Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

COLOMBIA: VIEJOS DESAFIOS, NUEVAS OPORTUNIDADES 141 exterior parece mirar y evaluar con atención la multiplicidad de los temas, las coaliciones estatales y no gubernamentales siempre cambiantes según el asunto, y sus variaciones de acuerdo a su inserción y grado de centralidad en la agenda mundial y nacional. Es decir, se intenta distinguir las líneas de fuerza, los contenidos temáticos y sus transformaciones en el kaleidoscopio compuesto por los grandes escenarios regionales e internacionales. Esa vi– sión, alejada de la polémica académica, constituye la conducta probable– mentemás eficaz enel actual conciertoglobal. Habría que mirara los diversos y cambiantes tópicos y no a lo rígido y a lo únicamente estatal. Es decir, mirar con atención, con criterios amplios de variación y cambio, yen referencia a temas, problemas y agendas más que a países o polos. Una evaluación más detallada de las líneas de continuidad y discontinui– dad real entre los gobiernos Barco y Gaviria, arrojaría que en la administra– ción Barcoexistió identificación (no sin roces) con la posición norteamericana, en materia de narcotráfico y un distanciamiento en otros temas, relativo en los económicos, y más amplios en los clásicos de tipo político-diplomático. En la actualidad se percibe un intento de alejamiento respecto del diagnóstico norteamericano frente al fenómeno de las drogas y la búsqueda de menores fricciones o controversias en otros aspectos de los vínculos bilaterales. Sobre– sale asimismo en las dos gestiones una clara continuidad en el manejo de la política económica internacional. Semanifiesta una profundización de temas y metas ya abordados entre 1986 y 1990: apertura e internacionalización de la economía, interés y compromiso con la integración gradual y selectiva con países afines y geográficamente cercanos, y mayor perfil en las negociaciones comerciales bilaterales (con Estados Unidos y Europa Occidental), así como en las multilaterales (en el GATT, por ejemplo). No obstante, es posible que la agenda política, en especial frente a EE.UU., concentre mayores esfuerzos y recursos para el gobierno del presidente Gaviria en el futuro cercano, tal como terminó ocurriendo con su antecesor. Identidad y proyección colombiana Pese a las modificaciones y reordenamientos de las diversas variables inter– nacionales y de los distintos sedores estatales y no gubernamentales, la principal contraparte oficial de Colombia, así como del resto de América Latina, continúa siendo Estados Unidos. Sin embargo, Colombia posee refe– rentes económicos y políticos específicos a nivel regional y global, luego de un largo proceso de universalización, diversificación y desideologización de sus relaciones internacionales. En ese contexto, lo que caracteriza al país entrada la última década de este siglo, es una triple adscripción o identifica– ción. En primer lugar, Colombia, como los países del área, "pertenece" a Occidente en dos direcciones: culturalmente, por el hecho de compartir valores fundamentales, en especial los relativos a la defensa de la democracia,

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=