Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

COLOMBIA: VIEJOS DESAFIOS, NUEVAS OPORTUNIDADES 139 abordados desde una perspectiva más dinámica, preparando una mejor labor externa en temas fundamentales para la presente década, como es elmedio ambiente. Ello no sólo de cara a la conferencia mundial de 1992 en Río de Janeiro, sino también por la creciente significación global y doméstica de este asunto para los actores estatales y no gubernamentales. La tarea del estudio atento de los vínculos con Venezuela y el esfuerzoa favor de un mayor papel protagónico de la cancillería en los asuntos económicos externos, se ubican en la perspectiva de otorgar un tratamiento más estratégico y planificado a ambos temas de la política exterior colombiana. Un primer balance Si bien es cierto que en el frente externo se percibe la permanencia de varios funcionarios comunes a las administraciones Barco y Gaviria, aquello debe matizarse si pensamos en que los ejecutores son "jugadores" en diferentes posiciones. Algunos de los funcionarios hoy situados en el sector de la política exterior eran asesores gubernamentales a nivel presidencial en la administración anterior, pero no en ese campo específico. Sabido es que el manejo de la mayor parte de los problemas relativos a política internacional corresponde al ministro de Relaciones Exteriores, asumiendo la presidencia aquellos asuntos de interés especial para el primer mandatario. En ese sentido, podría pensarseque pese a su posición, los individuos antes cercanos al Presidente no necesariamente desarrollaban actividades en el sector exter– no, salvo en contados temas. De tal manera, su labor actual en cargos directamente relacionados con la política exterior, no siempre otorga conti– nuidad a la tarea personal o colectiva'desarrollada durante la administración Barco. Algunos cambios de orientación del gobierno Gaviria en esta materia pueden parcialmente explicarse por esta circunstancia. - Un hecho de interés se refiere a la política colombiana hacia la Cuenca del Pacífico. En la administración Gaviria ha existido un menor perfil discur– sivo en relación a los múltiples planteamientos hechos durante el período Barco respecto al potencial económico del área para Colombia. Sin embargo, en realidad no ha habido un abandono del tema. Incluso si se evalúan las realizaciones de la administración anterior enesta materia, secomprueba que no fueron muchas. Posiblemente de lo que se trata es que el discurso se ha acoplado a una situación de intercambios aún muy limitados: menos del 7% de las exportaciones e importaciones totales del país y un bajo flujo de recursos financieros. Enestecontex to, cabe subrayarque las restricciones y condicionamientos externos, tanto económicos como políticos, a los que deben hacer frente América Latina y Colombia, han ido incrementándose. Por ende, para expli– car los matices diferenciales entre los dos gobiernos liberales, es necesario distinguir las prioridades de largo plazo y las exigencias de corto plazo. ASÍ, la administración Barco intentó establecer unos parámetros de acción con

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