Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

COLOMBIA: VIEJOS DESAFIOS, NUEVAS OPORTUNIDADES 137 son concebidas como actores para negociar objetivos y metas que ayudan eventualmente a la solución de diversos problemas domésticos, utilizando un lenguaje y un enfoque pragmáticos, notorios tanto en el discurso presi– dencial como en el de la cancillería. Sin embargo, pese a las continuidades indicadas, podemos apreciar ciertos cambios de matices en varias dimensiones de la agenda externa del país. En primer lugar, se ha mantenido el compromiso colombiano respecto al Grupo Andino, crecientemente renovado a partir de la Reunión de Carta– gena de Indias, en diciembre de 1991. Se otorga también mayor interés y recursos diplomáticos al Grupo de los Tres y a la asociación más estrecha y eficaz con Venezuela y Ecuador. Al efecto, no sólo se ha evidenciado un renovado vigor en el trabajo de las comisiones de vecindad con Venezuela, sino que también se han implementado mecanismos similares con Ecuador. Cabe mencionar que las visitas presidenciales a América Latina durante 1991 han tenido relación con estos dos ejes: México por un lado, y Venezuela y Ecuador por el otro. A ello se debe sumar un viaje a Brasil, con el cual Colombia comparte tres temas significativos: café, estupefacientes y medio ambiente. En segundo lugar, aunque ha proseguido la multiplicidad y densifica– ción de la inserción económica del país (EE.UU, Europa Occidental, ex bloque socialista, Pacífico), se ha otorgado mayor preeminencia a los vínculos co– merciales y financieros con Estados Unidos, el que continúa siendo el mayor sociocomercial individual de Colombia. De la misma manera, el acercamien– to a la Europa comunitaria se ha visto estimulado por las preferencias comerciales por cuatro años otorgadas al país por la CEE en relación con la lucha contra el narcotráfico. También se ha logrado la inclusión colombiana en el Sistema Generalizado de Preferencias del GATI. Paralelamente, se ha mostrado menor actividad en pro de la reestructu~ ración del pactocafetero, trasladando la atención de la diplomacia económica a asuntos comerciales más globales, incluyendo los problemas de acceso a mercados tradicionales con nuevos productos, la búsqueda de mercados nuevos, el fortalecimiento de una necesaria base productiva y exportadora en el plano energético y un manejo multilateral en cuanto a bienes no tradicionales. Un indicador es la importancia otorgada a la reunión de mandatarios centroamericanos convocada por el presidente Gaviria, yefec– tuada en la isla de San Andrés, para discutir los problemas del mercado bananero. Cabe indicar que América Central sigue estando en la agenda del país, pero con una decreciente importancia política y con mayor preponde– rancia en losaspectos económicos. Ello ha sidoconsecuente con la diplomacia del Grupo de los Tres y con la búsqueda de soluciones que no impliquen intemacionalización conflictiva en el proceso de negociación interna con los grupos guerrilleros aún activos en el país, como es el caso de la Coordinadora

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