Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

130 RA UL 13ARRIOS MORON de un período breve de entrenamiento, dos unidades especializadas de infantería iniciaron sus primeras acciones en áreas presumiblemente produc– toras de pasta base decocaína. Con apoyo norteamericano, el Ejército comen– zó su campaña de Operaciones Sicológicas 34 , encaminada a generar un clima de aceptación social para el ingreso de las unidades militaresen el vasto teatro de operaciones antinarcóticos. Si antes el gobierno boliviano eludía el tema de la militarización antidrogas o se ruborizaba al enfrentar una opinión pública adversa, hoy asume plenamente estar comprometido en esta guerra de baja intensidad. Yquizás sea ése el logro mayor de Estados Unidos en su estrategia hacia Bolivia. El país recibió las visitas del director de la Drug Enforcement Agency (DEA), Richard Bonnet, y del encargado de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, Robert Martínez. Ambos, junto con destacar el alto nivel de las relaciones bilaterales, insinuaron la inmediata participación del Ejér– cito en acciones antinarcóticos y la firma de un nuevo tratado de extradición, que no pudo formalizarse a pesar del compromiso original boliviano. Este tema tensionó los vínculos y fue, en efecto, uno de los pocos objetivos que Gelbard no cumplió durante su misión en el país 35. Por otra parte, el fracaso de la operación antidrogas "Refugio Seguro", realizada en la población oriental de Santa Ana de Yacuma, ocasionó otro momento de discrepancia entre el gobierno boliviano y el embajador Gel– bardo Acusadas de infidencia, a las fuerzas de represión bolivianas se les atribuyó directamente la responsabi1idad del fracaso de la operación. Del mismo modo, los atropellos cometidos por agentes de la DEA en esas acciones antinarcóticos agudizaron los profundos sentimientos antinorteamericanos en la sociedad boliviana, y fomentaron las expresiones de rechazo generali– zado a su discrecionalidad frente a las instituciones de seguridad, policial y mili tar'l6. de habersidocondecoradoconel Cóndor de los Andes por los servicios prestados a Bolivia, el embajador Gelbard emitió duras declaraciones contra la corrupción de los organismosant idrogas, generando reacciones en distintos sectoressociales y muy pocas oficiales. Ultima Hora, 4 de julio de 1991. 34 Sobre este tema consultar, Raúl Barrios Morón, "La militarización en marcha: operaciones psicológicas en Bolivia", en Estado & Sociedad, Revista BolivUzna de CiencUzs SocUzles, Año 7, No. 8, Flacso-Bolívia, primer semestre de 1991, pp. 26-36 35 El embajador boliviano en Estados Unidos, Jorge Crespo, sostuvo: "Hemos comunicado al gobierno de Estados Unidos que, al haber entrado en plena vigencia la Convención de Viena, ello involucra automáticamente un trato a las extradiciones por delitos vinculados al narcotráfico (...) Nosotros tenemos en este momento un tratado de extradición que data de 1900 y con el complemento de la Convención de Viena todos los delitos están contemplados". Los Tiempos, 6 de enero de 199L 36 Los abusos cometidos por agentes de la DEA contra un oficial de la Annada durante la operación "Refugio Seguro", obligaron a las Fuerzas Armadas a solicitar su inmediata expulsión del país. Úl Raz6n, 7 de julio de 1991.

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