Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
PUERTO RICO: DEL DEBATE SOBRE EL "STATUS" A... 103 Estado para el Desarrollo del Caribe. Más aún, en 1989 se estableció la Comisión Interagencial de Relaciones Exteriores, bajo la tuición del Secretario de Estado, responsable de la coordinación de una estrategia y una política sobre las relaciones exteriores de Puerto Rico a nivel de las inciativas de las diversas agencias del gobierno envueltas en actividades internacionales. Los avances en el campo de la política pública siguen complementándose con avances en las áreas de política económica. En este sentido, 1991 fue de suma importancia ya que no solamente fue el año en el cual Puerto Rico celebré, durante el mes de noviembre, el 1 Congreso de Comercio de las Americas -con el propósito de desarrollar vínculos entre los diversos proce– sos de liberalización comercial e integración económica que se están dando en el hemisferio (Caricom, Mercosur, Mercado Centroamericano, ALADI, etc.)-sinoque también fueel año enel que el gobierno estableció el Programa para el Fomento de las Exportaciones (FOMEXPORT) y la Oficina Comercial de Puerto Rico, en Europa, con sede en Bruselas. Ambas iniciativas han sido producto de una conciencia económica inter– nacionalista, en tanto han servido para institucionalizar dentro del gobierno los programas de caracter internacional, sus metas y objetivos. Este factor es de suma importancia, al existir dentro del marco de las elecciones de noviem– bre de 1992 la realidad de una administración del autonomista PPD y la posibilidad de un gobierno nuevo del anexionista PNP. El primero, liderado por la senadora Victoria Muñoz Mendoza, aún no ha detallado claramente su postura de relaciones exteriores, ni hacia la Cuenca del Caribe, ni a nivel internacional. Sin embargo, la decisión de incluir como candidato a Comisio– nado a Antonio J. Colorado (ex secretario de Estado, ex Administrador de Fomento, y protagonista principal del Programa para el Desarrollo del Caribe desde 1986) implica que, al menos a nivel del Caribe, la política pública de Puerto Rico no cambiará. Sin embargo, las posibilidades de una victoria electoral del anexionista PNP tendría, a pesar del carácte·r estructural e institucionalizado de las rela– ciones exteriores de Puerto Rico que hemos discutido, un impacto potencial– mente negativo sobre esta política pública, al entender un gobierno PNP que la prioridad del país está en atender las relaciones domésticas con el gobierno federal en Washington en torno a la resolución del status a favor de la estadidad y no en atender una serie de compromisos regionales e internacio– nales que, incluso en su mayoría, carecen de perspectiva y valor político a nivel del debate sobre el status. Aún aSÍ, luego de un período ininterrumpido del gobierno comprometi– do con el fomento de las relaciones exteriores del país, como han sido las dos administraciones del gobernador Hernández Colón y el PPD (1985-1993), a cualquier gobierno nuevo en 1993 se le hará muy díficil paralizar la gran cantidad de compromisos y enlaces establecidos por Puerto Rico con el Caribe y el resto del mundo durante estos 8 años. El cuatrienio 1993-1997 sí
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