Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992

PUERTO RICO: DEL DEBATE SOBRE EL "'STATUS" A... 101 Cuenca del Caribe, fonnan parte del desarrollo de una política pública y de una estrategia económica, que ha logrado vincular las necesidades económi– cas puertorriqueñas de garantizar los beneficios contributivos a corporacio– nes establecidas en la isla, con la necesidad de la Cuenca del Caribe de que se fomente la inversión en los países de la región. Es en base a ese Programa para el Desarrollo del Caribe que Puerto Rico logra asentarse como un eje económico y financiero para la región 14. Así se ha logrado promover una caribeñización en Puerto Rico, entendida como su participación integrada en las actividades políticas y económicas de importancia y valor para los proce– sos integracionistas regionales, y no una noción negativa e inferiorizante de caribeñización como proceso de empeoramiento económico para Puerto Rico. De hecho, desde que el Programa para el Desarrollo del Caribe comenzó, en 1987, Puerto Rico ha promovido un total de 102 proyectos de desarrollo en 12 países de la Cuenca del Caribe, que resultaron en la creación de más de 21.000 empleos directos con una inversión total de 907 millones de dólares. La cantidad de fondos 936 desembolsada desde 1988 en la región asciende a 491.8 millones de dólares, para la implementación de 26 proyectos en 9 países en la Cuenca del Caribe. En 1991, solamente se desembolsaron 233.3 millones de dólares en Barbados, Costa Rica, Grenada, Jamaica, República Dominica– na y Trinidad-Tobago. Esto se vio acompañado por un crecimiento en el comercio de Puerto Rico con los países de la Cuenca del Caribe, pasando de importar 730 millones de dólares en 1990 a 819 millones de dólares en 1991, y exportando hacia la región 847 millones de dólares en 1990 y 919 millones de dólares en 1991. Además, en 1991 Santa Lucía, Honduras y Costa Rica completaron Acuerdos de Intercambios de Infonnación Tributaria (TIEA en inglés) con Estados Unidos, haciéndolos elegibles para acceder al financiamiento con fondos 936 junto a Barbados, Dominica, Granada, Jamaica, Trinidad-Tobago, República Dominicana y las Islas Vírgenes estadounidenses. A su vez, los esfuerzos para aumentar la disponibilidad de fondos 936 para proyectos medianos y pequeños comenzaron a dar resultados positivos con la creación de fondos de 100 míllones de dólares manejados por el Caribbean Basin Partners for Progress (CBPp).Ya en 1991 el CBPP completó tres transacciones 14 Es curioso notar que en el Anuario PROSPEL de 1989 (apenas á dos años de establecerse el Programa para el Desarrollo del Caribe con uso de fondos 936 de Puerto Rico) el planteamientodominanteerael de incredulidad ante la viabilidad de esta estrategia económica, reflejado en el capítulo de Jorge Heine, "Relacicmes Internacionales del Caribe, 1987-88", pp. 107-109. Para una crítica total de esta política veáse el articulo "Relaciones económicas y comerciales entre Puerto Rico y el Caribe" de Angel J. Rivera Ortiz, William Lockwood Benét e Idsa E. Alegría Ortega en e/libro de CLACSO-CEREP compilado por los mismos autores y Carmen Gautier Mayoral, Puerto Rico en el Cari11e Hoy, CLACSO-CEREP: Buenos Aires, 1987, pp. 316-317.

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