Enfrentando los cambios globales: anuario de políticas exteriores latinoamericanas: 1991-1992
100 DAVID E. LEWIS Caribeño para Europa, en Bruselas en abril de 1992, ha sido una indicación, además, del interés existente en que la isla tenga una proyección internacio– nal por medio de su identidad caribeña!!. En cuanto a política de cooperación funcional, el caso de mayor impor– tancia sin duda fue la colaboración con el régimen democrático del Presidente Jean-Bertrand Aristide de Haití. Durante su período constitucional, de febre– ro a septiembre de 1991, el gobierno de Puerto Rico comenzó a avanzar rápidamente en el proceso de asistencia técnica en áreas de desarrollo tales como electricidad, agricultura cooperativista y educación. Durante esos siete meses de gobierno Puerto Rico envió tres misiones técnicas a Haití con el propósito de establecer estos programas de cooperación. Con el golpe de Estado militar de septien'lbre de 1991, estas iniciativas llegaron a su fin. Sin embargo, la relación entre Haití y Puerto Rico se mantuvo activa. En noviem– bre de 1991 yen marzo de 1992, el Presidente Aristide visitó oficialmente Puerto Rico y se establecieron ciertos acuerdos en cuanto a la futura coope– ración de PuertoRico con Haití una vezque se instale en el poder su gobierno constitucionallegítimo!2. Ningún otro país del Caribe ha logrado avanzar tanto en sus relaciones con Haití. 1991 tuvo también avances en términos de cooperación funcional para el esfuerzo caribeño-regional del gobierno de Puerto Rico. Desde su participa– ción en los organismos regionales y su presencia en foros internacionales como país portador de una unidad caribeña y una visión integracionista que supera las barreras linguísticas y subregionales, Puerto Rico surgió en 1991 como el "puente" de conexión entre un Caribe y otro, entre una región centroamericana y una región antillana, ambas partes de una "región de regiones" 13. , Ninguna de estas iniciativas regionales hubiese sido posible sin una conciencia a nivel de gobierno y del sector privado respecto a la necesidad de ,una vinculación caribeña. El incremento en las relaciones comerciales, y el auge de la proyección de Puerto Rico como centro financiero para la coordina en actividades hacia Europa con el Departamento de Estado. 11 Ese es el planteamiento de Juan M. García-Passalacqua en "The Role of the Puerto Rican People in the Caribbean", en Jorge L Domínguez, Robert A. Pastor y R. DelisleWorrell, DemOCraClj in ¡he Caribbean: Politícal, Economic anual Social Perspec– tives, Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1993. 12 "President Jean-Bertrand Aristide assured by Secretary of State Antonio J. Colo– rado of renewed and expanded relations between Puerto Rico and Haití" en Caribbean Highlights, op. cit. 13 Luis Agrail, "El Caribe: ¿Una Región de Regiones? Perspectiva Puertorriqueña sobre la Unidad/Diversidad Caribeña". Ponencia presentada en España, sep– tiembre de 1991. Este rol de "puente" se vió claramente en la VI Conferencia Empresarial de la Cuenca del Caribe celebrada en San Juan en agosto de 1991. donde se reunieron el gobernador Hernández Colón, el Primer Ministro de Jamaica, Michael Manley, y el Presidente de Honduras Rafael L Callejas (los dos últimos por primera vez) y endosaron el esfuerzo regionalista del CIJT¡\C.
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