Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano
Rugo Llanos .hfansilla I PANORAMA HISTÓRIQO DE LAS RELACIONES ••• una obligación contractual. Nuestro gobierno se ha negado siempre a hacer oumplir estas obligaciones contractuales en favor de sus ciu– dadanos mediante la apelación de las armas. Es muy de desear que todos los gobiernos extranjeros adopten el mismo punto de vista. Pero no lo hacen, y, en consecuencia, estamos expuestos a vernos en cualquier momento frente a alternativas desagradables. Por una par– te, este país se negaría ciertamente a ir a la guerra para impedir que un gobierno extranjero cobre una deuda justa; por otra, es muy inconveniente permitir que una potencia extranjera tome posesión, aunque sea provisionalmente, de la~ aduanas de una república ame– ricana para hacer cumplir el pago de sus obligaciones, pues esta ocu– pación provisional podría convertirse en una ocupación permanente. ,La única manera de eludir esa alternativa puede ser en oualquier momento que nosotros mismos mos encarguemos de legrar algún arre. glo mediante el cual se pague todo lo posible ?e una obligación jus– ta ... "27. Se consagraba, pues, una acción policial preventiva, transformán– dose los Estados Unidos en policía internacional y en recaudador de deudas públicas de sus débiles vecinos. La guerra de 1898, de tEstados Unidos contra España, que termi. naba con la adquisición por aquél de PuertO' Rico y el protectorado impuesto sobre Cuba, con la enmif!nda Platt de 1902, que autori– zaba la intervención en ella de los Estados Unidos; el reconoci– miento por Gran Bretaña de la hegemonía de los Estados Unidos en América Latina, la emergencia de los Estados Unidos como la primera potencia industrial mundial a fines del siglo XIX} todo ello daba justificación a la llamada política del "Big iStick", que se. pro– longaría desde 1904 hasta la administración del presidente Franklin D. Rossevelt, en 1933, con la secuela de intervenciones armadas de los 'Estados Unidos en toda la zona del Caribe, especialmente en Cuba, R~pú blica Dominicana, Nicaragua y Haití. El sucesor del presidente Teodoro Rossevelt, William Howard Taft, mantuvo esta política aunque desarrollándola con una variable, la que será de– nominada como la "diplomacia del dólar": la protección del gobier– no de Washington a los inversionistas estadounidenses, a través del control aduanero de los países donde efectuaban sus inversiones, me– diante funcionarios de su nacionalidad designados para tal efecto. Al comenzar la Primera Guerra Mundial, las tropas de Estado'l Unidos se encontraban estacionadas en Haití, Nicaragua y lRepúbli- '" Dexter Perkins, ab. cit., p. 191.
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