Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano
ANTECEDENTES, BALANCE y PERSPECTIVAS DEL SISTEMA INTERAMERICANO En las postrimerías del sigIlO XVIII, los padres de la independencia de los Estados Unidos estaban imbuidos de una especie de doctrina que establecía una tajante separación entre el Nuevo y el Viejo Mun– do. Consideraban que los nuevos Estados de América debían cons– truir una sociedad regida por un sistema político republicano, to~ talmente diferente de los modelos de organización europea. Así peno sabain, entre otros, Thoma~ ,Paine, John Quincy Adams, James Madison, GeoTge Washington, Tihomas Jefferson. Por su parte, el mo– vimiento de ilustración creó una hermandad de ideas entre los seco tores cultos de las 13 colonias de América del Norte y aquel10s de América Latina que revitalizaban estas creencias. Así, el presidente Thomas Jefferson, al referirse a los movimientos independentistas de América Latina se alegraba que existieran en el futuro sólo go– biernos americanos, aislados de las guerras que azotaban constante– mente el continente europeo. Por su parte, Madison, afirmaba que América debía tener un sistema de intereses separados, el que no debía estar subordinado a Europa. Los sucesores de Jefferson envia. ban sus representantes apenas se formaron las primeras Juntas de Gobierno en América Latina, manifestando así su simpatía por los movimientos independentistas. Así, Joel Poinsett, el agente norte· americano enviado a Chile, gran amigo y colaborador de Carrera, contribuyó a poner en contacto a los líderes de la independencia, con los principales abastecedores de armas de los Estados Unidos. Es necesario destacar que la estreoha vinculación que mantuvo Poinsett con distintos sectores de la sociedad chilena, lo que le aca– rreó una serie de problemas con una parte de ella, no disminuye, desde el punto de vista de la política exterior, su labor, que esti– mamos que fue desinteresada y útil 9 • Cuando los agentes revolucionarios de América Latina empezaron a llegar a los Estados Unidos, la administración de Madison no in– terfirió con sus compras y embarques de armas. Además, ciudadanos norteamericanos participaron en forma abierta, y en contra de la política oficial de neutralidad de su gobierno, en favor de la inde– !pendencia de los países latinoamericanos, ayudando, entre otros, a José Artigas, en Uruguay, y al movimiento independentista mexi– cano. La neutralidad oficial de los Estados Unidos se debió a su deseo de no inmiscuirse en los problemas europeos para no antagonizar con España, de la cual esperaba adquirir Florida y, posiblemente, • M. Barros, ob. cit., p. 43.
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