Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano

ANTEL"EJ)ENTES, BALANCE y PERSPEcrIVAS DEL SISTEMA INTERAMERICANO Los azares de la política norteamericana hicieron que Blaine, el promotor del panamericanismo en los Estados Unidos, volviera a ocupar la cartera de Relaciones IExteriores de su país. En consecuen– cia, fue él quien tuvo el grato honor de presidir la conferencia por la que tanto había luchado. La reunión de WasfhingLon, la primera conferencia verdaderamen– te panamericana en la hist-oria, inició sus sesiones durante el año 18'89. Al trascendental evento asistieron diecisiete países del conti– nente americano, incLuyendo a Haití, que hasta ese momento ha– bía estado relativamente marginado del movimiento panamericano. Aun cuando el Congreso acababa de votar una nueva alza de las tarifas aduaneras que gravaban a todos los productos que ingresa– ban al próspero mercado estadounidense, el proyecto de Unión Aduanera fue mantenido. Para los Estados Unidos esta iniciativa tenia gran importancia, ya que les permitía el libre acceso de sus productos a los mercados de América Latina, neutralizando de esta manera la influencia económica que Europa aún conservaba en la región. También fueron incluidas en la agenda de la conferencia diversas medidas que se referían al establecimiento de líneas regula. res de navegación, la oonstrucción de un ferrocarril interamericano, la adopción de reglamentos uniformes de aduanas, patentes y mar– cas, la emisión de una moneda de plata común, la creación de un Banco Interamericano, etc. En este tipo de materias comerciales, la conferencia no arrojó re– imitados significativos. América !Latina rechazó el proyecto de Unión Aduanera, el cual fue prontamente retirado por los Estados Unidos para ser reemplazado por una moción que favorecía la celebración de tratados parciales de reciprocidad. Esta nueva iniciativa también fue objetada por Argentina, cuyo delegado, Roque Sáenz Peña, hizo ver en un recordado discurso la contradicción que existía entre la reciente alza de las tarifas aduaneras y el deseo norteamericano de incrementar el intercambio regional. Al lema "!América para los ame– ricanos", Argentina ya oponía el lema "América para la humani– dad". Se comenzaba a insinuar así la firme resistencia que opondría Argentina a las iniciativas norteamericanas durante el período Ílu– cial del panamericanismo. A pesar de todo, la reunión aprobó la creación de una Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, con la finalidad de pro– porcionar informaciones que ayudaran a la mayor vinculación mer– cantil con los ¡países americanos. La oficina tendría su sede en Wash– ington y quedaría bajo la tutela del secretario de Estado norteame-

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