Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano

Alberto van Klaveren / Los ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL SISTEMA ••• ricana, lt\mérica Latina buscó ansiosamente la unidad. Sus esfuer– zos no se orientaron tan sólo a revivir el ideal bolivariano. NO', se trataba aJhO'ra de encontrar una fórmula, cualquiera que ella fuese, que les permitiera a las naciones latinoamericanas actuar en forma conjunta en el campo de las re1aciO'nes internacionales. Surgieron así las iniciativas mexicanas destinadas a reunir a los países hispa– noamericanos en una nueva confere,ncia, proyecto que no encontró eco en el resto de la región; comprensiblemente, éstos esfuerzos me– xicanos contenían un elemento nuevo para lograr la unidad: el re– chazo común a los Estados Unidos. Hacia 1840, el liderazgo en ma– teria de proyectos de unidad o simple coordinación comenzÓ a ~er ejercido por el Perú, país que comprendía en sus iniciativas a to– dos los países del continente, incluyendo a los Estados Unidos. Fue así cómo se celebró una conferencia americana en Lima durante los años 1847 y 1848, a la oua1 los Estados Unidos no quisieron asis– tir, debido a que se hallaban en guerra con México. Durante el de– cenio siguiente, la iniciativa unitaria pasó a Chile, país que, a dife– rencia del ¡Perú, no sólo excluía a los Estad'Üg Unidos de sus pro yectos regionales, sino que, además los concebía como una forma de contrarrestar el rápido avance de la nueva potencia americana. Esta tendencia hacia la marginación de los Estados Unidos de los proyectos regionales, tuvo corta vida. iEn efecto, al terminar la dé– cada del sesenta, tanto los Estados Unidos, como los paises de Amé– rica Latina comenzarían a impulsar la idea de la sO'lidaridad del Hemisferio Occidental. Nuevamente, un movimiento filosófico de raigambre europea ejercería gran influencia en el afianzamientO' de los ideales regionales. Se trataba ahora de las corrientes positivas, que comenzaron a adquirir extraordinariO' auge hacia mediados del siglo pasado. Los principales líderes latinoamericanos de este movi– miento, entre los que se destacaban el argentino Sarmiento y el chi– leno Lastarria, comenzaron a propiciar la alianza con los Estados Unidos, con el fin de tomar el liderazgo del mundo civilizado. !La nueva campaña encontró excelente acogida en los gobiernos latino– americanos de la época, con la sola excepción de Chile, país que mantenía un profundo recelo hacia los Estados Unidos 18 • En todo caso, los IEstados Unidos tenían una buena imagen en América Latina. Se creía que la potencia americana no seguiría el '" Según varios autores, especialmente norteamericanos, este recelo se habla de– bido al liderazgo que Chile estaba ejerciendo por aquella época en América La– tina. 43

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