Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano
ANTECEDENTES, BALANCE y PERSPECTIVAS DEL SISTEMA ISTERAMERICANO NOLOGIA, entendiend,o estO' últimO' comO' el desarrO'llO' de una capa– cidad autónO'ma en el manejO' y O'rientación de lO's flujO's de tecnO'lo– gía. ;Para lO'grar estO', hay que desarrO'llar simultáneamente una capa– cidad para interesarse por la innO'vación y demandar tecnO'l0'gía, una capacidad para crearla internamente, y una capacidad para cO'ntrO'– lar la que se impO'rta. PO'r supuestO' que las áreas hacia las cuales se 0'riente el esfuerzO' creativO' lO'cal, las fO'rmas que adO'pten las mecanismO's de contr0'l, 10'5 instrumentO's de estímulo que se empleen para activar, tantO' la de– manda cO'mo la O'ferta de tecnología, y la Drganización instituciO'nal que se utilice para enfrentar el "desafío tecnO'lógico", dependerán de los o'bjetivO's y wndiciO'nes específicas de cada país. PO'r O'tra parte, además de lO's esfuerzos internos de los países pa~ ra enfrentar los problemas planteadO's, también se presenta la opción de reaHzar un esfuerzo conjuntO'. Esta acción cO'njunta permitirá apO'– yar y cO'mplementar lO's esfuerzos internos individuales, promover y facilitar la transferencia de cO'nocimientos técnicO's y abordar en fO'r– ma coordinada las tareas de investigación y adaptación tecnO'lógica. Respecto a este tema, América Latina dejó constancia expresa, pO'r primera vez, de su preO'cupación pO'r la ciencia y la tecnDlog{a, co– mo elementO's dinámicO's del desarrollO', en abril de El167, cuandO' lO's Presidentes de América, en !Punta del Este, señalarO'n su vO'luntad de poner "la Ciencia y la TecnO'lO'gía al serviciO' de nuestrO's pueblos". Desde esa fecha, se ha recO'rridO' un camino largO', nO' siempre ex– pedito, cO'n períodO's en que el diálO'go parecía estancarse. A pesar de los incO'nvenientes, los esfuerzO's realizados iban conducido al menos a una mejO'r comprensión del problema del desarrollo científic0' y tecnO'lógicO'. Sin embargo, la acción cO'njunta y cO'O'rdinada de los paí– ses de América está aún lejos de producirse. Tal ve:z: lO' más cercanO' al O'bjetivo deseado ha sido el PrO'grama Regional de Ciencia y rrecnO'1O'gía de la Organización de los Esta– dO's AmericanO's, pero éste nO' ha sidO' verdaderamente la acción cO'n– junta que se requiere. El prO'grama ,de la OEA ha contribuido apO'rtes valiosO's en materia de estudios, de asesoría Igeneral a los países, y a través de acciO'nes 'bilaterales entre la Secretaría de la OEA y los países. Sin embargo, nO' se ha prO'ducido el prO'yecto multinaciO'nal que se buscaba. Hasta una fecha relativamente reciente, ni la OEA ni los países han estimuladO' suficientemente la interacción entre éstDs en materia de Ciencia y TecnO'logía. Esta aparente dilusión del diálO'gO', nO' significa que lO's países la- 216
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