Antecedentes, balance y perspectivas del sistema interamericano

Mercedes Taborga M. I EL SISTEMA ECONÓMICO INTERAMERICANO A pesar que la historia del sistema interamericano comienza usual– mente con la Primera Conferencia Internacional de Estados Ame– ricanos, celebrada en Washington, d~ octubre de 18'89 a abril de 1890, podemos ir más lejos en la historia y llegar hasta el Congre– so de Panamá (22 de junio - 15 de julio de 1826), muy ligado a los ideales bolivarianos, el Primer Congreso de Lima (1847-48). el de Santiago de ¡Chile (1856) y el Segundo Congreso de Lima (1864- 65) . Estos congresos o conferencias tuvieron como principal moti– vación el unirse contra peligros externos y no contaron con la :par– ticipación masiva de todos los Estados Americanos, con la ausencia permanente a todas ellas de los Estados Unidos imbuido con !a fi– losofía de la doctrina Monroe, más que con el ideal de cooperación interamericana de Bolívar. A pesar del fracaso de los primeros in– tentos de integración interamericana, principalmente por motivos nacionalistas, existió una buena acogida a la iniciativa de EE.LJU. de promover ,hacia fines del sigIlO XIX, un movimiento interamericano. Así, en la Conferencia de 1889 se estableció la Unión Internacional de Repúblicas Americanas (antecesor de la OEA) y la Oficina Co– mercial de las Repúblicas Americanas (que después se convertiría en la Unión Panamericana) . Destacamos la primera Conferencia de 18B9-90, porque allí po– demos detectar claramente por primera vez la variable económIca. La motivación económica de EE.UU. en promover esta O:mferenci"l era el poder extender su comercio exterior con América Latina, con quien tenía en esos tiempos una balanza de pagos desfavorable. Ese interés se esclarece al quedar la Oficina Comercial de las Repúbli– cas Americanas con sede en Washingoon bajo la supervisión del Se– cretario de Estado norteamericano. Todas las Repúblicas americanas dieron su aceptación a la Unión, exceptuando República Dominica– na y Chile (quienes lo hicieron en 1892 y 1899, respectivamente) . A pesar que a esta Primera Conferencia continuaron una serie de otras en distintas capitales de los países de América, las relaciones entre las naciones latinoamericanas y EE.UU. no eran todo lo positi– vas que podía ser, ~principalmente por la intervención de este país en asuntos latinoamericanos. Sin embargo, en 1915 se desarrolla en Washington la :PTimera Conferencia Económica Panamericana. Se establecieron allí la Alta Comisión Internacional (llamada posterior– mente la Alta Comisión Interamericana) cuyo objetivo era "estu– diar el establecimiento de una norma para el valor oro, del papel moneda, la clasificación uniforme de mercaderías, reglamento adua-

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