Desarrollo de la Antártica

Sergio Sepúlveda G. I EL MARCO GEOGRÁFICO DEL DESARROLLO ANTÁRTICO restringidos de no más de cinco o seis especialistas laborando prin– ripalmente durante el verano antártico. En virtud de este esfuerzo se dispone de un acervo de observaciones relativas al balance gla– cíal y energético, a la dinámica y deformación del hielo, estratigra– fía nival, a la composición isotópica de las precipitaciones nivosas, etc. En el último tiempo, el interés de las investigaciones se ha cen– trado en la costa de Danco, Punta Spring, pero también el campo de estudio se ha extendido hacia sectores de la provincia de Maga– llanes (Península Muñoz Gamero, 'Seno Skiyring), con el ¡propósi– to de establecer correlaciO'nes significativas entre los fenómenos gla– ciales de ambas regiones. En cuanto a la geomorfología submarina, el reconocimiento de las plataformas continentales, tanto bajo el miaT de Bemngs/bdusen en el Estrecho de Bransfield, y bajo el mar de 'Weddell, ha pasado a tener una consistente importancia a raíz de su virtual riqueza en hidrocarbur.os (Isla James Ross). La existencia de elementos polimetálicos, ligados al mediO' marino (nódulos de manganeso, hie– rro y níquel), refuerza igualmente este interés por el estudio del zócalo submarino, de su geología y de las condiciones oceanográfi– cas de la franja de aguas que lo cubre. Al parecer, cada vez es más claro que los recursos de la plataforma continental decidirán el fu– turo desarrollo productivo de la Antártica. CLIMATOLOGÍA ANTÁRTICA La climatología del territorio chileno antártico está en vías de ser sistematizada a partir de las observaciones meteorológicas regulares que ¡han efectuado nuestras bases desde el momento mismo de su primera instalación. Esta labor se reafirmó en 1955 con la creación de la base meteo-rológica ;Pedro Aguirre Cerda; se hizo más con– sistente desde el año Geofísico Internacional hasta convertirse en un programa permanente de investigación atmosférica al crearse el Cen– tro Meteorológico Regional Antártico de la Base ¡Presidente Frei, el 7 de marzo de 1969 (Isla Rey Jorge). Información que es comple– mentada con las observaciones de las Bases 'Prat y O'Higgins. [)ebido a estos aportes, conocemos con bastante exactitud la dinámica de la atmósfera y los rasgos esenciales del clima subpolar que prevalece en las áreas donde están emplazadas las bases nacionales. La amplia– ción del conocimient<o meteorológico fue facilitando un importante cambio de ideas sO'bre la climatología antártica, que puede seguirse en los informes de las diversas operaciones anuales en el medio polar. 57

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