Desarrollo de la Antártica

EL DESARROLLO DE LA ANTÁRTICA a 3.000 metros de profundidad en la bahía 'Prudhoe, el 13 de mar· zo de 1968, hasta hoy, los habitantes de Alaska han visto transfor– madas sus vidas; los partidarios de conservar la naturaleza sin alte– ración ni daño continúan su acción de defensa; y el gobierno de Estados Unidos, con una inversión que cada año aumenta sobre la calculada inicialmente, aún no extne la primera gota de combus– tible en la costa norte. El oleoducto de 800 millas, desde el mar ártico hasta el puerto de Valdez, cerca de Anchorage, es el más caro y difícil construido por el hombre. Su presupuesto de 7.7 billones de dólares puede aun aumentar, pero pondrá a disposición del país norteamericano una cantidad calculada en 9,6 billones de barriles de petróleo. Se piensa que las reservas mo descubiertas en el resto de la plataforma con– tinental de IAlaska proporcionará petróleo por 25 ó ·30 años más. Estas reservas ascenderían a la quinta parte del petróleo aún no descubierto en Estados Unidos. ¡Canadá descubrió petróleo en el Artico, dos años después, en enero de 1970, y sus tra'bajos de exploración han sido menos es· pectaculares, pero avanzan continuamente. Desde entonces !ha existido preowpación en Ottawa por evitar la contaminación de las aguas árticas contiguas al continente, y hay una ley al respecto, la C-202. Sus disposiciones se ocupan de la explotación de los recursos naturales y de su transporte, sin alterar el equilibrio ecológico. Tal como dice su nombre, &e trata de la "prevención de la contaminación". El gobierno canadiense se da cuenta, sin embargo, que, según lo declaró en enero de ,1976 el Ministro para los Asuntos del Medio Ambiente, "no hay tod<livía medios técnicos que permitan limitar las consecuencias catastróficas de una emisión violenta de petróleo en el Mar de Beaufort". Según estimaba el diario canadie'1se L.e Devoir, de principios de diciembre de 1976, ya se han producido pequeños accidentes en la prospección petrolera ártica y se ha necesitadO' de 3 meses a 1 año para detener el escape de gas de pozos en trabajo. Pero, añade, si el escape fuera de petróleo y no de gas, "se produciría un desastre ecológico de incalculables consecuencias". Por la similitud de las regiones árticas y antárticas, vale la pen:! transcribir otros párrafO's del perlodista canadiense Bertrand de la Grange: "La ruptura de un pozo de pet,óleo al final de la estación de perforación en el Mar de Beaufort, o sea, a principios de octubre, 3 60

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=