Desarrollo de la Antártica
EL DESARROLLO DE LA ANT.4RTICA tes países: Puntas Arenas, Chile; Christchurch, N. Zelanda; Isla, Kerguelen, Francia; Wellington, N. Zelanda; Hobar, Tasmania; Mel· bourne y Perth, Australia; Ciudad del Cabo y Durban, Sudáfrica, y las lIsIas Malvinas, Gran Bretaña. Una buena distribución por sectores de la exploración y patru· llaje de reconocimiento de las condiciones de hielo permitiría, a lo menos, durante la temporada de navegación contar con la informa– ción adecuada y oportuna. Normalmente, el patrullaje aéreo se rea· liza en traok de 1.000 a 1.500 millas de largo, lo cual toma entre 6 y 8 horas de duración. Los aviones vuelan a una velocidad de 200 millas por hora, con un espaciamiento entre los tracks de 25 millas. Esto permite obtener una excelente detección. Por razones de seguridad y economía, es usual que se empleen aeronaves multi– !hélice. Para asegurar la detección con mal tiempo o en malas con· diciones de visibilidad las aeronaves están provistas de un nuevo tipo de radar denominado SLAR (Side·looking-aireborne-radar) 2. Otro ,aspecto que se encuentra en etapa de desarroIlo es la uti. lización, para labores de supervigilancia y reconocimiento, de satéli· tes geoestacionarios y lo satélites que describan una órbita tal, que proporcione una rápida cobertura del área comprendida entre las latitudes 50° y 609 sur. En la actualidad, existen satélites como los mencionados, que se están empleando para fines militares. Red Meteorológica Se ha mencionado anteriormente que el continente antártico tiene una poderosa influencia en la climatología del área y que afecta, especialmente, al extremo de América del Sur. Las actuales insta– laciones científicas existentes tienen como tarea preferente recopilar e informar de las condiciones meteorológicas presentes, ,a fin de que éstas puedan ser utilizadas en la prognosis de las condiciones con que se encontrarán los navegantes del área, haciendo énfasis en ias condiciones de hielo y tiempo atmosférico. El desarrollo actual no es del todo satisfactorio por existir amplias zonas que no tienen cobertura, como son las áreas oceánicas que rodean el continente. Esta deficiencia se podría solucionar en el futuro con el empleo de satélites meteorológicos o ,bien con estaciones oceánicas automá– ticas como lo ha propuesto la Oficina Meteorológica Mundial. .:nephen R. OSMER, The Aerial Ice Patrol, USN Prooeedings, March 1976, Pág>. 102-103. 280
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=