Desarrollo de la Antártica

Rubén Scheihing N. I EL DESARROLLO DEL TRANSPORTE ANTÁRTICO timas antárticas es de gran importancia para la seguridad de la vida en el mar y el arribo a su destino de las cargas por transportar. Existen varios métO'dos para dar la ubicación de las masas de hielos que se desplazan o 'bien que permanecen estáticas impidien– do el acceso desde el mar al continente. El primero que podemos mencionar son las estaciones polares, luego el reconocimiento aé– reo y. finalmente, los propios buques que se encuentran navegandO' en el área. Er~ relación con las estaciones polares, se distinguen cuatro tip0S principales. Estaciones permanentes, éstas cuentan con una dotación de personal 1..1ue reside en ellas, y tienen como tarea la de entregar informacio– nes en forma regular, sobre las condiciones de !hielo en su sector de responsabilidad. Podemos decir que las actuales bases e instalacio– nes existentes están cumpliendo con esta función. Estacicmes ocasionales, este tipo ,puede o no estar cubierto con per– sonal. Son de carácter transitorio y, normalmente, se utilizan du– rante la temporada de navegación. Estaciones automáticas, corno su nombre lo indica, no están cubier– tas con dotación y pueden consistir solamente en radiofaros e ins– trumental apropiado. IP'ueden ser de carácter permanente o transi· torio. Estaciones a la deriva, este tipo se ha experimentado en gran escala en el Océano Polar Artico. La estación puede o no llevar personal. Su misión principal consiste en determinar los desplazamientos de las masas de hielos, que tanto interesan a la navegación. El reconocimientO' aéreo es uno de los métodos más efectivos para cumplir esta tarea. En el Océano Atlántico Norte existe desde el ~ño 19rJ4 un patrullaje del hielo, mediante el cual se mantiene una {nformaciéln actualizada del desplazamiento de los hielos en esa parte del mundo, en orden a prevenir accidentes marítimos. Se organizó como una respuesta al hundimiento del RMS "Titanic", el 1 1 4-1'5 de abril de 1912, en el cual se perdieron más de 1.500 vidas humanas. El reconocimiento aéreo se puede decir que se inició el 6 de febrero de 1946, con el vuelo, para este propósito, del PBY-5A Catalina, perteneciente al u.s. Coast Guard, el cual de~pegó desde Argentina, Newfoundland, USA. ¡Para lograr un reconocimiento similar en el contineilte antártico, se cuenta con excelentes aeropuertos internacionales en los siguien-